Artur Mas nos recibe en una salita del Palacio de Congresos de Catalunya. Casi le hemos interrumpido la comida, así que se puede decir que esta entrevista es como si fuera el postre. Hay preguntas dulces y más amargas.

Vídeos, videojuegos... ¿El último esperpento de esta campaña ha sido el cara a cara frustrado?

Montilla lo sacó a última hora en el debate de los seis candidatos. Me sorprendió. Lo acepté, pero no sabía que existía el problema legal de los cinco días. No hablemos más. Ya resulta algo aburrido.

¿Ha sido una campaña sucia? Ustedes lo ejemplificaban con las pieles de plátano que les ponen.

Y ofensas y alguna subida de tono. Nos llamaron "gilipollas". Nunca hemos entrado en polémica.

Para ustedes, ¿Montilla ha sido el Mourinho de la campaña?

Como estamos haciendo una campaña positiva, no quiero aplicar estos paralelismos. Entre el talante del Guardiola y el de Mourinho, me quedo con el primero, constructivo y sereno.

¿Le duele que se haya sacado el tema del Palau de la Música (supuesta financiación ilegal de CDC)?

Nos duele el tono de agresividad y descalificación. Me duele que nos acusen sin pruebas. Es fruto de su desesperación.

Con este panorama, ¿es imposible la 'sociovergència'?

No es que sea imposible, pero no es conveniente. Un gobierno entre CIU y PSC será débil. Si no hay más remedio, haces una macedonia y mezclas las peras con las manzanas, pero si te lo puedes ahorrar, lo haces.

Pero CIU deja la puerta abierta al PSC para que se abstenga y usted sea investido presidente.

Una cosa es un apoyo puntual, pero hacer un Gobierno con todos los partidos es una olla de grillos. Y para tener una olla de grillos ya tenemos el tripartito. El gobierno débil ya lo tenemos. Un gobierno fuerte debe ser de CIU.

ERC los está intentando seducir con el concierto económico. ¿Sólo les separa el referéndum de independencia?

ERC ha moderado su actitud con CIU en las últimas 48 horas, pero nos ha masacrado durante seis meses.

¿No se pueden poner de acuerdo?

Lo digo con toda la modestia: un gobierno de CIU con otros partidos no será mucho mejor que el tripartito, aunque el presidente sea Artur Mas. Si queremos un cambio de verdad, hace falta un gobierno que tome decisiones, y esto pasa por una gran mayoría de CIU.

¿Sería posible repetir un Gobierno como el de las dos últimas legislaturas de Pujol, con CIU en el poder y con el apoyo permanente de otro partido?

Si no hay más remedio, iremos hacia una fórmula así, teniendo en cuenta la situación del país y la Generalitat. O tenemos un gobierno muy fuerte o esto no lo levantaremos.

¿Las alianzas también tendrán en cuenta que CIU aspira al cambio en el Ayuntamiento de Barcelona?

Queremos sumar la fuerza de la capital a la fuerza del país.

¿Su propuesta estrella es el concierto económico? ¿Depende de las elecciones generales del 2012?

Evidentemente. Pero mi propuesta estrella es levantar la economía y reducir el paro a la mitad. El concierto económico puede servir para unas y otras cosas.

¿Con quienes preferirá negociar en Madrid? ¿Con Zapatero o Rajoy?

Con quienes haya. Si el Gobierno nos necesita, tendremos fuerza; si no, pasarán de nosotros.

¿No tienen un plan B, como le proponía Puigcercós (ERC)?

Sí, pero el referéndum no se puede plantear si tenemos la mitad de la gente a favor del Estado propio y la otra mitad, en contra. Podemos tener una cierta tensión con Estado si planteamos el concierto económico, pero si el problema lo trasladamos a la sociedad catalana, entonces el jaleo lo tendremos en Catalunya.

Algunos hablan de 2014. ¿Usted propone alguna fecha?

Es absurdo, infantil. Es un problema de mayorías sociales. Ahora mismo no ganaríamos. La fecha ahora, en cambio, es propicia para plantear el concierto. Aquí tenemos el 70% a favor.

Ante el cambio real que propone Montilla, ¿qué harán ustedes?

Es un cambio hacia la seriedad, hacia un Gobierno cohesionado. La gente debe saber que hay alguien que manda, que tiene un hoja de ruta y que la sigue. De entrada, el gobierno de los mejores y unas políticas para levantar el país. Y después habrá cambios más pequeños: moderación fiscal, la eliminación de los 80 km/h...

¿Haría una opa a algún consejero actual del tripartito?

El criterio es que los mejores pueden ser de CIU o no, o de otros partidos o de la sociedad civil, no adheridos a ningún partido.

¿Qué tendrá de 'pujolista' el Gobierno, si lo logran?

Las fuentes son las mismas. Ahora bien, las personas, los estilos, las actitudes y los programas a corto plazo serán nuevos. Yo no vuelvo a la Generalitat. Yo he de llegar. No es uno retorno, es un gobierno nuevo tras siete años de travesía por el desierto.

¿Convocará a los líderes de la sociedad civil si es presidente? ¿Hay alguna decisión más que tomaría como presidente?

La primera decisión es nombrar al Gobierno. La segunda, hacer un programa de recuperación económica. Otra, elaborar una auditoría interna para saber qué debe el Gobierno. Y una importantísima: convocar a los partidos para hablar del concierto económico, de cómo lo planteamos.

Nos referíamos a alguna acción de desmarque del tripartito.

La de los 80 km/h, seguro. En los primeros días de Gobierno, habrá una decisión para eliminar la restricción de los 80 en Barcelona. Esto quiere decir, la velocidad variable sin limitación estricta de los 80 km/h, que es un atentado contra el sentido común en las horas con poco tráfico.

LAS PREGUNTAS DE LOS LECTORES

¿Puede el nacionalismo ayudar al federalismo? (BRIOCHO)

No creo demasiado en el federalismo porque en el resto de España no hay federalistas. Es una aventura no sólo incierta, sino condenada al fracaso.

¿Le gustaría que Catalunya se independizara de España en un futuro? (PEP)

Me gustaría que Catalunya fuera un país como Holanda, como Finlandia o Austria. Pero sé que la sociedad catalana probablemente no lo aceptaría mayoritariamente. Antes de eso debemos resolver la soberanía fiscal, que es el concierto económico.

Dentro la política de austeridad que nos toca vivir, ¿ha pensado en recortarse su sueldo? (DOMÈNEC)

El sueldo de los políticos se recortó un 15% en julio de un día apara otro. No hace falta recortarlo más. Lo que se debe hacer es congelarlo. Yo lo había propuesto un año antes de que se hiciera. No porque estuvieran demasiado bien pagados, sino porque se debía dar ejemplo de cara a la sociedad.

En Catalunya, hay televisiones públicas más caras, políticos más caros, sueldos más altos, embajadas innecesarias. ¿Por qué la culpa de todo esto se la echan a los demás? (SE LO QUE HAY)

Durante siete años ha gobernado el tripartito, que no nos atribuyan una responsabilidad que no hemos tenido.

Si marcharan todos los inmigrantes del país, ¿se hundirían Catalunya y España? (DIGO YO)

Si todos se marcharan de golpe, tendríamos muchos problemas porque muchos trabajos que no quieren hacer los de aquí los hacen personas que vienen de fuera. Ahora bien, si se redujera algo el peso de la inmigración, no pasaría nada. No sería negativo, teniendo en cuenta que hay mucha gente que no tiene papeles y que debería salir de España. Las leyes obligan a eso.