Una ex colaboradora de UM afirma que Cristina Cerdó medió para su contratación en dos empresas en las que no trabajó

Afirma que cuando vio el nombre de una empresa en el contrato, le respondieron que "no importaba porque trabajaría para el partido"

Una ex colaboradora de UM y ex empleada de las empresas Ambbit Digital -vinculada a la formación nacionalista- así como de diversos organismos públicos, Petra Verdú, ha apuntado a la ex presidenta de Emaya y ex regidora de Medio Ambiente, Cristina Cerdó, como la persona que medió para su contratación en varias de estas empresas, pese a que en realidad no realizó trabajo alguno en ellas sino que únicamente trabajaba para el partido.

Así de contundente se ha mostrado en su declaración como imputada ante el juez instructor del caso Maquillaje, Juan Ignacio Lope Sola, en la que ha recordado que Cerdó la llamó para que fuera al Consell, ya que desde UM iban a hacer campaña para las elecciones de 2007 y la iban a contratar. Sin embargo, cuando firmó el contrato, constató que no ponía UM sino el nombre de una empresa, a lo que Eugenia Cañellas, secretaria del entonces vicepresidente insular Miquel Nadal, le dijo que "eso no importaba, que estaría contratada ahí pero que trabajaría para el partido".

"Mi trabajo consistía en hacer biblias por la calle", ha explicado la encausada, defendida por el abogado Juan Martorell, puntualizando que iba por las calles puerta por puerta "haciendo encuestas sobre lo que opinaba la gente de UM". "Pero no realicé ningún trabajo para Ambbit ni Vídeo U, y de hecho no las conocía", pese a cobrar 600 euros mensuales, ha reconocido en relación a esta presunta trama por la que personas que trabajaban en favor del partido eran remuneradas con los fondos de empresas contratistas del Consell.

Fue en 2010 cuando, según ha explicado, acudió a la sede de estas empresas para firmar unas nóminas y una vez allí le enseñaron las instalaciones, bajo la advertencia de que si la llamaban "tenía que decir que mi mesa era aquélla y que cumplía un horario, e incluso me hicieron cambiar de boli para firmar las nóminas". Al respecto, ha señalado que fue uno de los cargos de UM, Antoni Baró, quien le llamó para decirle que "tenía que mentir".

Es más, al ser inquirida sobre este encuentro, la encausada ha señalado que Baró le dijo que tenía que firmar un papel "para ayudar a Miquel Nadal", entonces candidato de UM a la alcaldía de Palma, pero únicamente se limitó a firmar las nóminas. "No hubiera firmado otro papel, y si hubiera entendido que la firma de las nóminas era para ayudar a Nadal, no las hubiera firmado", ha recalcado.

Sin embargo, pasadas las elecciones y una vez finalizado el contrato con estas empresas, se puso en contacto con Cerdó para decirle que se merecía un trabajo y ésta le dijo que le llamarían, "que no me preocupara". Así fue como la colocaron en Agenda Local 21, de Medio Ambiente, donde cobrara "unos mil y pico euros" para posteriormente firmar un contrato con la empresa municipal Imfof para "ir por las casas a hablar de reciclaje". No obstante, ha aseverado que "al principio fue así pero luego me di cuenta de que lo que estaban haciendo era campaña".

"Ya iban a la gente que tenían captada de UM, iban con listas de gente afín al partido, a la que se le ofrecían papeleras y botellas de reciclaje y excursiones a Cabrera", ha asegurado. Tras estar en el Imfof menos de un año, fue contratada en ACTUA, donde "sí hice el trabajo que tenía contratado", para finalmente trabajar en la recepción del velódromo Palma Arena.

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