Tango, bossa nova, fado... casi nada escapa a la coctelera sónica de Zenet, una de las más gratas sorpresas del panorama actual de la música de fusión.

Para quien aún no lo conozca, ¿quién es Zenet?

Es un cantante que canta sobre cosas que le ocurren a todo el mundo, que se reúne con una banda de músicos de jazz maravillosos. Realmente es difícil definirse a uno mismo. Mejor que lo hagan otros.

En todas las calles es su segundo disco. ¿Qué diferencias destacaría frente a Los mares de China?

Diferencias, pocas. Más bien similitudes. Estamos trabajando en la misma línea. El primer álbum fue un poco un anticipo de éste.

La fusión es una parte esencial de sus canciones. ¿En ella reside la esencia de la música?

Todo lo híbrido forma parte de la evolución humana. No sé si la esencia, pero es una forma de hacer las cosas. El término se ha gastado un poco, y hoy en día parece que todo es fusión.

De no ser malagueño, ¿sonaría igual?

Bueno, todo es circunstancial. Cada uno es de donde es. Hay cosas que rompen tópicos: Miguel Poveda es catalán y payo y hace el mejor flamenco del mundo. No hace falta ser de Camas e hijo de torero para ser un gran torero. Ni gitano y de Jerez para cantar buen flamenco. Es más de donde uno se cría, la música que ha mamado, sus influencias.

¿Qué significó en su día ser nombrado "Artista Revelación"?

Significa sobre todo una valoración al trabajo de un equipo. Una buena labor de promoción, una buena labor de los músicos…. Fue un orgullo poder llegar hasta ahí desde una compañía independiente que lucha contra multinacionales que tienen copado el mercado.

Su éxito ha llegado desde la independencia. ¿Le tentaría una oferta de una multinacional?

Dudo que me fuese a una gran compañía, porque me encuentro muy a gusto. Es un orgullo haber llegado hasta aquí cuando se compite contra multinacionales que tienen copado el mercado.

Además de cantante es un poco showman: actor, bailarín... ¿conviene dominar todos los registros para subirse al escenario?

Cada uno tiene su estilo. Hago esas cosas en el escenario porque he pasado por esas fases. He trabajado como bailarín desde muy pequeño. He hecho 4 o 5 peliculitas… he tenido suerte. Todo es un bagaje.

Pero se queda con la música...

Son compatibles. ¡Quién me iba a a decir a mí que lo de la música iba a fructificar! Pero sigo con un pie en el cine.