Valencia contará desde este miércoles con una calle con una calle dedicada al coleccionista Jesús Martínez Guerricabeitia, que estará situada en e el Campus de los Naranjos de Valencia, en paralelo a la calle de Ernest Lluch, ha informado la Universitat de València en un comunicado.

La nueva vía, dedicada a 'Jesús Martínez Guerricabeitia, coleccionista', se inaugurará a las 13.00 horas. La concejala delegada del servicio de acción cultural del Ayuntamiento de Valencia, Mayrén Beneyto, coincidiendo con la inauguración de la Biennal Martínez Guerricabeitia, el pasado mas de enero, anunció que la ciudad de dedicaría una calle al empresario y coleccionista de arte que ahora se hace realidad, han recordado las mismas fuentes.

El acto de mañana contará con la presencia, entre otros, de la propia Mayrén Beneyto; el rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo; el coleccionista y vocal del Patronato Martínez Guerricabeitia, José Pedro Martínez, y Fernando Lliso, jefe de Área del Libro Archivos y Bibliotecas, de la Biblioteca Valenciana.

Jesús Martínez y su esposa Carmen García Merchante, fallecida en enero de 2009, donaron a la Universitat de València su colección de arte contemporáneo hace ahora una década, un legado mediante con el que la institución se ha convertido en uno de los centros académicos con los fondos de arte del siglo XX más importantes del Estado: 483 obras contemporáneas de 207 artistas.

En el Centro Cultural de La Nau hay una sala dedicada a este importante coleccionista. Además, en 1989 se creó el Patronato Martínez Guerricabeitia de la Fundación General de la Universitat de València con el fin de fomentar y difundir la actividad creativa en el campo de las artes plásticas contemporáneas e incrementar el patrimonio artístico de la Universitat de València a través de varias exposiciones y otras actividades. Desde el 1990, la actividad más significativa del Patronato es la organización de la Biennal Martínez Guerricabeitia.

Jesús Martínez Guerricabeitia pertenece "a esa generación marcada ineludiblemente por la guerra y el carácter represivo del régimen franquista que llevó a su padre, su hermano —fundador de la histórica editorial Ruedo Ibérico— y a él mismo a sufrir la prisión, debido a sus convicciones libertarias".

El mecenas sufrió "una estancia a la prisión traumática, pero que contribuyó a su propia formación, puesto que allí recibió clases de profesores represaliados y mejoró sus conocimientos de inglés", han relatado fuentes de la UV.

LIBERTAD

Tras recobrar la libertad, consiguió abrirse camino y consolidarse como un joven emprendedor que trabajó en una linotipia como corrector, donde, incluso, aplicó métodos de su invención para reparar las matrices. Tras instalarse por cuenta propia en un almacén de pieles, en 1951 emigró con su mujer y su hijo en Colombia, y el 1968 se trasladaron a las Islas Vírgenes para volver definitivamente a Valencia el 1970.

La estancia fuera de España lo transformó en un hábil hombre de negocios hecho a sí mismo con una amplia experiencia en la representación y la gestión comercial. Es el bagaje con el que regresa a Valencia, momento en que se puede permitir que su antigua afición al arte se traduzca en la adquisición de algunas pinturas en paralelo con una creciente colaboración -que no militancia- con el Partido Comunista y fuerzas cívicas.