De puertas hacia fuera son políticos, con sus promesas, discursos y demás. Pero de puertas hacia dentro son personas con sus respectivas familias. Y ya se sabe lo que dicen por ahí: "En todas partes cuecen habas y en mi casa, a calderadas".

Cada uno de los candidatos a las elecciones catalanas del 28-N responde a un modelo de familia dispar: los hay tradicionales y los hay que no lo son. Artur Mas (CiU) está casado desde el año 1982 con Helena Rakosnik. Fue en la boda de un amigo común, en 1979, cuando saltó la chispa entre ellos. Tienen tres hijos: Patrícia, Albert y Artur.

Por su parte, José Montilla (PSC) contrajo matrimonio en segundas nupcias con Anna Fernández, en 1997. Con ella ha tenido trillizos: Víctor, Héctor y Anna, de 10 años. Fruto de su primer matrimonio nacieron Arnau y Marina, de 26 y 24 años, respectivamente.

Menos ha trascendido de la vida privada de Joan Puigcercós (ERC). Vive en el barrio de Sants con su mujer, natural de Santa Maria d’Oló, donde tienen su segunda residencia, y sus dos hijos, preadolescentes.

Por su lado, Alicia Sánchez Camacho (PPC) encabeza una familia monoparental. Divorciada, hace tres años dio a luz a su hijo, Manuel. Lo hizo sola, tras una fecundación in vitro. En plena campaña electoral se lo lleva a mítines para no pasar tanto tiempo separados.

Joan Herrera (ICV) no está casado: vive con su pareja y tienen un hijo, Lluc, que ha cumplido los dos años. De vez en cuando, siempre que su agenda se lo permite, lo lleva a la guardería y le ha dedicado algún que otro post en su blog.

Hace años que Albert Rivera (Ciutadans) vive con su pareja, Mariona, en La Garriga. Están esperando su primer hijo, una niña que nacerá en la segunda quincena de abril, hacia el día 20. La llamarán Daniela.