Desde esta semana, autoridades municipales holandesas han comenzado a enviar a vecinos de las localidades de Rotterdam y La Haya cerca de 30.000 tarjetas con olor a marihuana. Una curiosa inciativa que tiene por objeto descubrir, a través de los chivatazos de los habitantes, dónde se encuentran las plantaciones ilegales de cáñamo, unas 40.000 según estima el Gobierno holandés.

Las tarjetas contienen olor a marihuana, pero también una serie de pistas que ayuden a los vecinos a dar con alguno de estos 'invernaderos' clandestinos, según informa la BBC. De esta manera, se dan una serie de pistas para que los que reciben las tarjetas jueguen a ser detectives y avisar a la Policía, algo que, por otro lado, es muy poco habitual entre los holandeses que, conociendo quiénes o dónde se encuentran las plantaciones, no suelen dar aviso a las autoridades.

Entre estas pistas sobre lugares que pueden resultar sospechosos encontramos: casas donde se escuche de forma constante el ruido de un ventilador, persianas o cortinas echadas de forma permanente, instalaciones eléctricas supletorias en lugares poco habituales, pisos vacíos a los que acude gente de forma esporádica...

En los Países Bajos, el consumo de marihuana es legal desde 1976 y cada habitante tiene derecho a poseer hasta cinco plantas para explotación propia.

No es la primera vez que se lleva a cabo algo así. Hace cuatro años, la misma empresa encargada de esta campaña (la compañía de gas Eneco) se encargó de distribuir tarjetas con olor a gas entre los holandeses para que supieran identificar escapes cercanos a ellos.