La asociación quiere formar y dar trabajo a estas personas aprovechando los cambios en la Ley de Extranjería que entran en vigor el próximo 7 de febrero y que permitirá a un inmigrante legalizar su situación, entre otras cosas, si demuestra tener una oferta de trabajo de al menos seis meses. Los empresarios han encontrado en el nuevo marco legal la solución al déficit de conductores que hay en el sector, sobre todo para trabajar durante la noche. «Los empresarios necesitamos unos 700 nuevos conductores al año y los trabajadores autóctonos prefieren irse a la construcción o la hostelería», manifestó ayer a 20 minutos la presidenta de la asociación, Carmen de Tienda. Los únicos requisitos que se les pedirá es que sean mayores de edad y que dispongan del carnet BTP (C-1) o similar. Si tienen el de su país de origen se les homologará y una vez aprobado el examen del Institut Metropolità del Taxi (EMT), serán aptos para conducir un taxi por Barcelona. Formación La asociación empresarial ofrecerá de forma gratuita cursos intensivos de acceso a la profesión y «un contrato de trabajo indefinido», según su presidenta. Se está trabajando conjuntamente con la Generalitat, el Gobierno Central y el Institut Metropolità del Taxi para facilitar la incorporación de los inmigrantes al sector del taxi. De Tienda reconocía ayer que acostumbran a recibir unas 50 llamadas diarias de inmigrantes interesados en trabajar como taxistas. La postura de los empresarios del taxi es totalmente opuesta a la de los sindicatos convocantes de las últimas huelgas que consideran que en Barcelona se debería reducir la flota de taxistas en unas 3.000 licencias. 154 taxistas foraneos en Barcelona