«¿Qué mal hacemos por jugarnos de 2 a 20 céntimos al tute o por vender cartones de bingo a 5 céntimos? Es sólo una forma de darle aliciente al juego que es nuestra única distracción».

Así se han manifestado varios miembros del centro municipal de personas mayores de la Cruz Cubierta, después de que se les haya impedido apostar dinero. Según han explicado a 20 minutos, «sabemos que está prohibido hacerlo de forma lucrativa, pero nosotros nos jugábamos como mucho 20 ó 30 céntimos en una tarde. No creo que esto sea lucrarse, es ridículo».

Sin embargo, a raíz del cierre cautelar de tres centros de mayores en Mallorca por parte de la Policía tras la denuncia de varias salas de juego a finales del mes pasado, el Ayuntamiento de Valencia llamó a los presidentes de los centros de personas mayores para recordarles que, desde el año 2004, está considerado falta grave la organización de cualquier clase de juego de azar con fin lucrativo y que en ningún caso lo permitieran.

Por este motivo, en aquellos en los que no se aplicaba la normativa a rajatabla ahora se ha prohibido terminantemente jugar a las cartas o al bingo con dinero. Ante esta situación, al menos en el centro de mayores de la Cruz Cubierta, las mujeres optaron por irse a otro local a jugar al bingo. Sin embargo, según han explicado, ahora han optado por jugar con fichas a las que ponen precio tanto a este juego como a las cartas. Así, mantienen el aliciente de las partidas y cumplen la ley, al no juegar con dinero.

Por su parte, desde la Asociación Valenciana de Empresarios de Juegos advirtieron que ellos no han puesto ninguna queja ni denuncia, «pero si supiéramos de algún local de este tipo que permite jugar con dinero sí que lo haríamos porque, independientemente de la gravedad de los hechos, es ilegal y está totalmente prohibido».