Bryan, un niño de 12 años de nacionalidad ecuatoriana y que lleva un año y medio residiendo en España, se encuentra desaparecido desde el pasado miércoles, según denunció este martes su madre, después de que pasara la tarde jugando en casa de un amigo.

Mercedes, quien no oculta la angustia por la que la familia está pasando durante estos días, explicó que su hijo pasó la tarde en casa de un amigo del instituto, y al pedir a la hermana de éste pasar la noche en su casa, empezó a ponerse muy nervioso, motivo que provocó que la joven llamase a la Policía.

Tras hablar con los agentes, el menor se tranquilizó, pero en un despiste de la joven el chico cogió su mochila y salió de la vivienda. Es el último dato que se conoce de Bryan, a quien su madre había regañado el día anterior. "Pero no creo que ésa sea la causa para que un niño se vaya de casa", sostiene Mercedes, quien asegura que el menor podría estar sufriendo problemas de adaptación, según le han comentado los psicólogos del centro en el que estudia.

"Le estaba costando mucho porque hacía muchos años que no le veía. Venir aquí, un país nuevo, una familia nueva prácticamente, tiene una hermana pequeña de tres años, todo nuevo", alega esta madre, que no encuentra motivos para que su hijo haya hecho algo así, con tan sólo 12 años. "Lo que yo quiero es que si alguien supone que lo está protegiendo que por favor me llame, para saber que está bien; que llame a casa, que no pasa nada, que vuelva", añade.

Mercedes, que llegó a España hace varios años, trabaja en una cafetería y tiene otros dos hijos, -uno de 17 y una niña de tres años que ha nacido en España-, recuerda el día a día de Bryan, que lleva "tan sólo mes y medio en el instituto" y no tiene muchos amigos, sólo algunos con los que sale "los fines de semana, y también baja a jugar con su hermano mayor al parque".

Por último, describió la indumentaria que el pequeño Bryan llevaba el día de su desaparición: un chándal oscuro, una sudadera azul con letras blancas y zapatillas deportivas. Además de un chubasquero azul, que ese mismo amigo le dejó por el mal tiempo que se había desatado ese mismo miércoles.