Prácticamente todas las fuerzas de la oposición han censurado que el ex presidente del Gobierno Felipe González admitiera que aún hoy se pregunta si hizo bien cuando tuvo la oportunidad, y no lo hizo, de volar a la cúpula de ETA, y sólo sus compañeros socialistas han valorado la actuación que tuvo.

Desde el principal partido de la oposición, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, cree que el propio González "se ha puesto" en situación de decir que él mismo era la "X" de los GAL, y ha destacado que en la lucha contra el terrorismo "los atajos", al final, "ni son provechosos ni son aceptables".

"Que hubo guerra sucia y una persona tenía en su mano decidir si se mataba a alguien o no, no lo digo yo, ni lo dice un periódico", sino que lo reconoce claramente el ex presidente, ha dicho la dirigente popular, y no es "una interpretación del PP".

"Que pida disculpas"

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido a González que pida disculpas por sus palabras sobre la posibilidad, no llevada a cabo, de acabar con la cúpula de ETA. Feijóo ha dicho que todos los españoles han coincidido, tras leer la entrevista, en que González "estaba al tanto de todo lo que ocurría en la lucha contra el terrorismo".

Feijóo, en declaraciones a los periodistas a las puertas de la sede del PP, donde se celebra la reunión mensual del Comité Ejecutivo Nacional, ha tildado de "sorprendente" que un presidente durante 14 años "tenga dudas" acerca de "actuaciones tipificadas en el Código Penal como horribles delitos".

Aunque ha reconocido que González hizo "cosas bien" a lo largo de sus mandatos, ha considerado que ese aspecto de la lucha antiterrorista, desvelado el domingo en el diario El País, merecería que pida disculpas. "Cuando el Estado no actúa conforme a la Ley, automáticamente legitima a los que hacen lo mismo, en consecuencia, a los terroristas", y ha estimado "más razonable" que se hubieran admitido los "profundos errores" cometidos durante los gobiernos de González.

Su compañero de partido, el vicesecretario general de Comunicación, Esteban González Pons, ha asegurado que las declaraciones de González ponen de manifiesto su conocimiento sobre los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). "Los españoles se merecen explicaciones y ahora es el momento ideal para ello", ha dicho, ya que el portavoz del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, "es el mismo que el portavoz del Gobierno de los GAL en los años 90".

"González sabe quién le hizo esa propuesta y, por tanto, tendrá que aclarar quién es, si le preguntó quién estaba detrás de los asesinatos y si éstos se produjeron con su consentimiento o no", ha aseverado el vicesecretario 'popular', quien también ha recalcado que "si la decisión de matar la tomaba el presidente, se sabe lo que respondió una vez, pero no si otras veces tomó una decisión distinta".

Apoyo del PSOE

Por parte de los socialistas, el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha afirmado que "siempre hay gente dispuesta a saltarle al cuello" al expresidente del gobierno.

"Suelo leer las declaraciones que hace, me las leo con interés", ha explicado Rubalcaba, que fue portavoz de uno de los Ejecutivos de González.

"Sus declaraciones siempre provocan la misma reacción: hay gente que le odia y diga lo que diga, siempre le salta al cuello, y gente que le quiere, y yo estoy a los segundos".

Por su parte, el portavoz de la Presidencia de Ezker Batua-Berdeak, Serafín Llamas, ha emplazado a la Fiscalía General del Estado para que investigue el contenido de las declaraciones, porque en ellas González "reconocer tener información" sobre los GAL.

El presidente del PNV en Álava, Iñaki Gerenabarrena, ha denunciado ha opinado que González, con sus declaraciones, "marca" quién era el "señor X" en el caso GAL y ha opinado que  estas declaraciones evidencian "muy poco respecto por los derechos humanos y por los procedimientos democráticos de un Estado de Derecho".

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, ha recordado al PP que el "enemigo a batir" por los demócratas en España "no es Felipe González, sino ETA".  El episodio de los GAL es "éticamente es reprobable" y "todo el mundo sabe lo que pasó y de quién es la responsabilidad política", pero ha rechazado "abrir una nueva polémica" en torno a la implicación del PSOE en este asunto.