Los reproches del Papa en España: de la República a los matrimonios gays y el aborto

Benedicto XVI.
Benedicto XVI.
EFE
Benedicto XVI.

El Papa Benedicto XVI ha aprovechado su visita a España de este fin de semana para lanzar mensajes en contra de las líneas generales de las políticas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

El primer gran 'tirón de orejas' del Pontífice llegó este sábado, antes de pisar tierras gallegas. Durante el vuelo de Roma a Santiago de Compostela, Benedicto XVI declaró a los periodistas que lo acompañaban a bordo que España necesita una "reevangelización", y denunció el vivaz enfrentamiento entre fe y modernidad existente en el país, además de abogar por un encuentro entre fe y laicidad.

El Papa comparó además la situación actual de España con la de la II República, advirtiendo de que en España "ha nacido una laicidad, un anticlericalismo, un secularismo fuerte y agresivo como se vio en la década de los años treinta", y ha alertado de que "ese enfrentamiento, disputa entre fe y modernidad, ocurre también hoy de manera muy vivaz".

Pide que no se arricone a Dios

En su visita a Santiago con motivo del Año Santo, el Pontífice ha protagonizado diversos actos en medio del fervor de miles de fieles, aunque no se han cumplido las expectativas que pronosticaban la presencia de más de 200.000 personas en la capital. En todos ellos, Ratzinger ha lanzado un mensaje claro y contundente sobre cómo debe ser la España y la Europa actual.

Ha considerado una "tragedia" que en Europa exista la convicción de que Dios es el antagonista del hombre y el enemigo de su libertad, y ha denunciado que se pretende arrinconarle al ámbito de lo privado, por lo que ha exhortado a Europa a salir a su encuentro "sin miedo".

Además, el Papa alemán advirtió de las amenazas a la dignidad del hombre y condenó el aborto y la eutanasia. Durante la homilía en la plaza del obradoiro de Santiago, afirmó que la Europa de la ciencia y de las tecnologías, de la civilización y de la cultura ha de abrirse "a la trascendencia y a la fraternidad con otros continentes".

Insistencia contra el aborto y la eutanasia

No sólo en Santiago el Papa se ha mostrado en contra del aborto y la eutanasia. En la ceremonia de consagración de la Sagrada Familia celebrada el domingo en Barcelona, Benedicto XVI pidió que se defienda la vida de los hijos como "sagrada e inviolable" desde el momento de su concepción y que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente.

"Por eso, la Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar", ha subrayado.

Reafirma los matrimonios heterosexuales

En contraposición con las políticas de igualdad del Gobierno, como la legalización de los matrimonios homosexuales, el Pontífice ha recalcado la importancia de cuidar y proteger a la familia, fruto del "amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer".

Además, Benedicto XVI ha afirmado que la Iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización, y para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado.

Antes de abandonar Barcelona

En su visita el domingo a la obra benéfico-social del Niño Dios, que acoge a niños y jóvenes discapacitados, principalmente con síndrome de Down, el Papa vuelve a manifestarse por tercera vez en contra del aborto y la eutanasia. Antes de regresar a Roma, Benedicto XVI ha destacado los "formidables" avances de la sanidad en el cuidado de los más débiles, pero ha defendido que los nuevos desarrollos tecnológicos "nunca vayan en detrimento del respeto a la vida y dignidad humana".

Por último, ha pedido un esfuerzo a las autoridades para garantizar los servicios sociales, en unos momentos en que la crisis está golpeando a numerosos hogares.

Zapatero responde al Papa

Antes de coger el avión de vuelta a Roma, el Papa se entrevistó brevemente con el presidente Zapatero "en un clima de cordialidad", según el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

Durante una entrevista de cinco minutos, realizada en elnuevo hangar de la terminal 2del aeropuerto de El Prat, el jefe del Ejecutivo le ha comentado al Papa la relación fluida del Estado español con el Vaticano, fruto de lo que expresa la Constitución española como Estado aconfesional  que reconoce el peso de la Iglesia Católica en nuestro país, pero que garantiza la libertad de todos.

El presidente del Gobierno también le ha transmitido el transcendental momento en el que nos encontramos en el orden económico internacional. Rodríguez Zapatero ha señalado a Benedicto XVI que de cara a la cumbre del G-20, que se va a celebrar la próxima semana en la capital de Corea del Sur, Seúl, se debatirá la necesidad de regular el sistema financiero internacional para conseguir un equilibrio más justo, poniendo la prioridad en los países más pobres de la tierra.Por último, el jefe del Ejecutivo ha garantizado al Papa la colaboración del Gobierno para su visita a Madrid, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará del 16 al 21 de agosto de 2011, de la misma manera que ha colaborado en el viaje que ahora finaliza.Declaraciones que "no se han entendido"

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, aclaró este domingo las palabras del Pontífice en las que comparaba el laicismo de hoy con el anticlericalismo de la II República.

Lombardi ha dicho que a lo largo de la historia española "se han vivido épocas de anticlericalismo, de laicismo que provocaron tensiones y desencuentros, por ejemplo en los años treinta. Y luego hablando del momento actual, el Papa dijo que también existe una tensión entre la dimensión cristiana comprometida y el laicismo, y que nosotros no queremos enfrentamiento, sino consenso, señaló esto explícitamente".

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