El nuevo director general de Cobre Las Cruces (CLC) —empresa que explota una mina en los municipios sevillanos de Guillena, Gerena y Salteras—, Damien Marantelli, ha apuntado como uno de los "más importantes logros a afrontar" el hecho de "mantener los niveles de exigencia en seguridad y salud, y en los controles medioambientales en el entorno laboral".

En el Boletín Informativo de la compañía, recogido por Europa Press, Marantelli expone "varios logros a futuro que afrontar" y apuesta por mantener la producción de cobre "alcanzando las metas de comercialización y manteniendo la alta pureza que hasta el momento están dando sus cátodos".

En este sentido, aboga por una relación con los municipios cercanos "de largo recorrido", en la que la minería y el desarrollo que conlleva "sirvan de aliciente y de germen para a su vez ayudar a desarrollar proyectos de interés en el entorno".

"Las propuestas y nuevas ideas que puedan tener alguna repercusión en dicho entorno y que sirvan para acercar al ciudadano a la minería y, por otra parte, que redunden en beneficio y desarrollo para los vecinos son y serán estudiadas y analizadas para poderles dar cabida en nuestro plan de compromiso con los municipios", señala.

Así, menciona los convenios de colaboración que hasta ahora se han ido firmando con las entidades locales y que en el futuro se concretarán a través de la Fundación Cobre Las Cruces.

Sin balsa de lodos

Por otra parte, CLC deja claro en su boletín informativo que la mina almacena sus estériles de tratamiento o sobrantes de planta en un sistema/instalación de encapsulamiento en seco, "esto quiere decir que no existe en el complejo como tal una 'balsa de lodos de proceso', como es el caso de otras minas e industrias".

Así, recuerda que existe un único embalse de aguas dentro de CLC, que constituye "una balsa de agua depurada procedente de la Estación Depuradora de San Jerónimo en Sevilla, que dispone de una capacidad aproximada de 1,3 hectómetros cúbicos".

De acuerdo al proyecto aprobado por la Administración, los residuos del tratamiento mineral en planta se están encapsulando en seco a medida que se van depositando y se van cubriendo después con celdas de margas del terreno, según explica.

"Este encapsulamiento en seco, significa que se almacenan los estériles con un grado de humedad de un diez por ciento, es decir, una masa de material inamovible en el terreno, sin capacidad de desplazamientos", concluye.