La crisis afecta a "todas" las empresas en Canarias, si bien los negocios familiares "resisten un poquito mejor" a esta difícil situación económica porque "hay una insistencia del grupo y una implicación personal y familiar, ya que hacen todo lo posible, lo humano y lo inhumano, para que sus empresas sigan adelante".

Así lo afirmó este jueves la presidenta de la Asociación de la Empresa Familiar de Canarias, Ana Suárez, tras firmar un convenio de colaboración con el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Sebastián Grisaleña, que informó de que en 2009 cerraron alrededor de 4.000 empresas de todo tipo en el archipiélago por la crisis.

Suárez admitió que uno de los principales problemas de la empresa familiar es la continuidad y el cambio generacional y manifestó que "dependiendo de cómo se orienten" estas cuestiones "ello deriva en el éxito o fracaso de la empresa".

Explicó que la organización que preside aglutina a 40 grupos familiares de las islas, que dan trabajo a alrededor de 15.000 personas y representa el 10 por ciento del Producto Interior Bruto del archipiélago.

No obstante, precisó que en el tejido empresarial canario el 85 por ciento de las empresas son "familiares de mayor o menor tamaño".

Con la suscripción este jueves del convenio entre ambas entidades, las dos organizaciones dispondrán de un marco regulador para iniciar las relaciones de colaboración institucional entre ambas ,fijándose como objetivo común la prestación de servicios y acciones de divulgación que ayuden a la modernización de las empresas canarias.