Los surfistas cántabros que estuvieron en Indonesia cuando se produjo el tsunami quieren aprovechar la "energía" que se ha creado en torno a ellos para ayudar a las víctimas de esta ola generada por un seísmo de 7,2 grados y que se ha cobrado la vida de al menos 450 personas y dejado 96 desaparecidos.

Los surfistas Raúl Gunche, Borja Ibarra, Jesús Chocán, Rubén Abelenda y Michel Velasco (este último, profesional) han regresado este martes de Indonesia, donde se encontraban en un viaje y a bordo de un barco cuando se produjo el tsunami.

A pesar de que se encontraban en el "epicentro" del tsunami, un cambio de fechas en la ola que habían pedido —allí hay un sistema de reservas— y la ubicación en que fondeó su barco fue lo que les "salvó" de sufrir sus efectos. "Todavía veo los mapas y no entiendo porque nos hemos salvado", ha expresado Borja Ibarra.

Según han relatado, en ese momento no fueron conscientes de que hubo un tsunami, aunque sí creyeron oír como el barco "crujía". Y al día siguiente comprobaron los efectos de la ola: había "pelado" la costa del pueblo pesquero frente al que se encontraban y otras zonas quedaron "arrasados".

Por eso, a su regreso han decidido que quieren ayudar "a esta gente", y la Federación Cántabra de Surf ha abierto en Caja Cantabria la cuenta con el número 2066 0000 14 0200250254, con la que quieren recaudar fondos que allí gestionará la ONG Surfaid International.

Jesús Chocán ha contado que se encontraban "muy cerca" de la zona afectada, pero en un área con "más calado y orientación", factor que fue lo que les protegió de los efectos del tsunami.

En ese momento no fueron conscientes de lo sucedido, aunque Chocán comentó que había oído "crujir" la madera del camarote. Al día siguiente, tuvieron que ayudar a dos personas del pueblo, que se encontraban en la orilla tras haber pasado la noche "esquilados" en una palmera.

Al ver a esa "pobre gente", ha proseguido Raúl Gunche, se dieron cuenta de la "magnitud" del desastre, pero también de las dificultades para reaccionar por parte de las autoridades locales, con una grave "descoordinación".

Tampoco ayudaba la orografía de las islas, alejadas de la costa y a lo que los barcos tenían dificultades para llegar, hasta el punto de que hubo embarcaciones de la ONG Surf Aid que se acercaban para llevar arroz y medicinas. Uno de ellos se hundió, causando muertes entre su tripulación.

Todo esto, tal y como ha apuntado Jesús Chocán, en una zona con medios limitados y continuamente "castigada" por temporales y terremotos. "Parece que se les junta todo", ha lamentado.

Borja Ibarra ha resaltado que los habitantes de Indonesia tienen un sueldo medio de 100 euros al mes. Este surfista ha descrito a un país que "no ha evolucionado nada en los últimos 10 años", que "sigue anclado" en la falta de infraestructuras básicas como alcantarillas, carreteras, puertos o aeropuertos, a lo que se suma la corrupción-