La nueva Ortografía de la lengua española evita los "tecnicismos" y regula mayúsculas, minúsculas y nombres propios

La nueva Ortografía de la lengua española evita los "tecnicismos" y regula las mayúsculas, minúsculas y nombres propios. Estas son algunas de las conclusiones de proceso de elaboración de esta nueva edición que llega a su fin.
Comisión Interacadémica
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La nueva Ortografía de la lengua española evita los "tecnicismos" y regula las mayúsculas, minúsculas y nombres propios. Estas son algunas de las conclusiones de proceso de elaboración de esta nueva edición que llega a su fin.

Del 1 al 4 de noviembre se reúne en San Millán de la Cogolla (La Rioja) la Comisión Interacadémica de la Asociación de Academias de la Lengua Española para debatir y aprobar el texto básico que será ratificado definitivamente a finales de este mes en Guadalajara (México) por el pleno de las veintidós Academias.

Según la Real Academia Española (RAE), la Ortografía, el Diccionario y la Gramática constituyen "las tres publicaciones en las que las que se basa la codificación lingüística de nuestro idioma". "La cuestión ortográfica no es un problema menor: constituye el ámbito en el que se hace más patente la unidad de la lengua", asegura la institución.

Desde 1741 la RAE realiza distintas ediciones de la Ortografía de la lengua española. Gracias a sus trabajos y reformas sucesivas la escritura del español ha evitado alejarse en exceso de la pronunciación, proceso sufrido por otras lenguas de nuestro entorno. La última edición (1999), que ya manifestaba la vocación panhispánica, fue sancionada por todas las Academias de la Lengua Española.

"La experiencia acumulada durante años en el Servicio de Consultas ha permitido crear una amplia y organizada base de datos con todos los problemas ortográficos planteados por los usuarios de la lengua, así como las respuestas ofrecidas. La nueva edición de la Ortografía dará respuesta a la mayoría de los posibles problemas", señala la RAE.

Modas y cambios

Además, "las normas ortográficas vigentes son el resultado de un largo proceso en el que han intervenido factores como el uso, la influencia de extranjerismos, las modas, los cambios de criterio y, a veces, los errores. Como consecuencia, a veces conviven algunas normas disgregadas, cuando no incongruentes. La nueva Ortografía propone algunas actuaciones destinadas a conseguir la coherencia en tales casos".

Por otra parte, "está redactada en un lenguaje claro y comprensible. Se evitan, dentro de lo posible, los tecnicismos y cuando su supresión no es fácil se explican de forma clara. En la representación de las unidades fónicas se opta por letras del alfabeto".

La nueva obra introduce dos capítulos novedosos en los que se estudian los elementos tipográficos básicos (letras, cifras, signos, caracteres de formato, espacios en blanco, etc.), así como los elementos constitutivos del texto (párrafos, enumeraciones, citas, ilustraciones, cuadros, notas, referencias...) y sus repercusiones en la escritura correcta.

Asimismo, esta nueva edición de la Ortografía "tiene en cuenta las relaciones e influencias de las lenguas indígenas en la escritura de muchas palabras del español", indica la RAE. "Se toman en consideración de manera especial los problemas del seseo y del yeísmo, fenómenos que afectan a la mayoría de los hispanohablantes, pero que eran descuidados por las ortografías del pasado", añade.

Algunas innovaciones

El documento no presenta una renovación profunda del sistema ortográfico del español. "Su mayor novedad reside en la regulación explícita de muchos problemas que en publicaciones precedentes no eran ni siquiera contemplados".

Es el caso de gran parte de los capítulos dedicados a las mayúsculas y minúsculas, a los nombres propios, a las expresiones procedentes de otras lenguas, a las expresiones numéricas y a la ortotipografía.

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