«Casi el 90% de las contrataciones que se hicieron el año pasado no fueron indefinidas, lo que pone de manifiesto la elevada tasa de temporalidad en la región, que es del 28,7%», denunció ayer el secretario general del sindicato en Madrid, José Ricardo Martínez.

Las mujeres, los jóvenes, los inmigrantes y los parados de larga duración son, según UGT, los colectivos con más dificultades para lograr una estabilidad en el empleo. Una de cada tres trabajadoras tiene un contrato temporal y, además, ellas perciben un 25% menos de salario que los hombres para el mismo trabajo».

En primera persona: Y. M., operaria de una fábrica

Esta segoviana de 37 años residente en Vallecas califica de «agobio» subsistir a base de contratos temporales. «Estuve durante cinco años trabajando para una fábrica de alimentación a través de una ETT. Llegué a perder la cuenta de los contratos que me hicieron: algunos eran hasta de 4 horas, para sustituir a alguien que se tenía que ir al médico. En mi última empresa, una fábrica de toallitas para bebés, me hicieron un contrato por obra en agosto, pero me despidieron en diciembre por cogerme una baja médica.

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