El BNG de Santiago se ha reafirmado este viernes en su defensa, desde el "respeto" a las creencias individuales, de la "separación efectiva y clara" del Estado y de los gobiernos de las diferentes religiones y, en consecuencia, ha anunciado que no participará "en coherencia" de los actos motivados por la visita del Papa Benedicto XVI debido a su carácter "exclusivamente religioso".

A través de un comunicado, los nacionalistas han advertido, al tiempo, de que ese "respeto" por las creencias personales que su formación profesa, debe ser "recíproco" y que, por tanto, hay que "respetar" a los no creyentes y a las personas que pertenecen a otras religiones.

Del mismo modo, el BNG ha manifestado que "no puede compartir" que la visita de un representante "de una Iglesia" sea costeada en un porcentaje "muy elevado" con cargo a la financiación pública, así como a la pérdida de "neutralidad" por parte de representantes públicos.

En cuanto a la inversión y a la escenografía para una visita de ocho horas, los nacionalistas creen que se "separan" de los "principios de austeridad" que dice "promulgar y seguir" la Iglesia católica, así como de los principios de racionalización del gasto público que "debe guiar" la acción de los gobiernos, sobre todo en tiempos de crisis.

A mayores, los nacionalistas han advertido de que la Xunta "sigue sin especificar" cuáles son los gastos "asumidos por ella" y han manifestado que debe "haber garantías" para la libertad de expresión, la pluralidad informativa y la discrepancia.

Por último, han asegurado esperar que el Sumo Pontífice tenga "un gesto de reconocimiento" de la diferencia cultural y lingüística de Galicia y referencias "a las injusticias sociales y económicas" que se viven hoy, han concluido, "con especial virulencia.