La politóloga Irene Martín reivindica el papel de la escuela para fomentar el debate y la participación

La profesora de Ciencia Política Irene Martín, de la Universidad Autónoma de Madrid, ha reivindicado un papel más activo de la escuela en el fomento de la participación cívica y política a la vista de los resultados de una investigación realizada en 38 países europeos entre estudiantes de 14 años que refleja, entre otras cuestiones, que España es el tercer país europeo que menos propicia el debate en las aulas. Sin embargo, ha desmontado la leyenda de la creciente desafección política de la juventud, aportando para ello datos de estudios demoscópicos sobre los jóvenes europeos de 18 a 35 años.
La profesora Irene Martín.
La profesora Irene Martín.
EP/UPNA
La profesora Irene Martín.

La profesora de Ciencia Política Irene Martín, de la Universidad Autónoma de Madrid, ha reivindicado un papel más activo de la escuela en el fomento de la participación cívica y política a la vista de los resultados de una investigación realizada en 38 países europeos entre estudiantes de 14 años que refleja, entre otras cuestiones, que España es el tercer país europeo que menos propicia el debate en las aulas. Sin embargo, ha desmontado la leyenda de la creciente desafección política de la juventud, aportando para ello datos de estudios demoscópicos sobre los jóvenes europeos de 18 a 35 años.

Irene Martín ha intervenido en el Parlamento de Navarra en la tercera de las conferencias organizadas por la Universidad Pública de Navarra y la Cámara legislativa dentro del ciclo Jóvenes y Política. La politóloga ha analizado las formas de participación de los jóvenes españoles desde una perspectiva comparada, con especial atención al ámbito escolar, y articuló su discurso en torno a cuatro preguntas: ¿participan menos los jóvenes de ahora que los de antes?, ¿se interesan menos por la política?, ¿qué cabe esperar de ellos? y ¿qué papel juega en todo esto el ámbito escolar?.

Antes de contestar a estas cuestiones, Irene Martín ha adelantado como premisa que dentro de esa etapa temporal que viene a definirse como juventud -18-35 años- los comportamientos y actitudes son diferentes según tramos de edad. Hecha esta aclaración, y hablando en términos generales, ha precisado que las encuestas revelan que, por ejemplo, en la juventud española no hay diferencias en el índice de participación en elecciones entre los votantes jóvenes de 1988 y los de 2002.

"Sí se ven diferencias en Alemania, donde antes había más participación, pero en países como Holanda o el Reino Unido, tampoco hay diferencias -ha señalado-. Lo mismo ocurre con la participación en manifestaciones: tampoco podemos decir de forma generalizada que los jóvenes sean ahora más pasivos. Por tanto, una primera conclusión que podemos sacar es que hay un mito en torno a la creciente desafección política de los jóvenes".

Sobre si los jóvenes se interesan por la política, las encuestas mostradas por la profesora Martín confirman que sí hay un menor interés, pero que en muchos casos esta actitud puede ir cambiando a medida que se deja de ser joven. También revelan que, en el ámbito de la participación, los jóvenes españoles se parecen hoy en día mucho más a los jóvenes europeos que los adultos españoles a sus coetáneos europeos. "Además, en determinadas formas de participación, son más activos que los adultos, aunque también son más volátiles en función de la coyuntura, lo que puede interpretarse como falta de criterio, pero también como una interpretación racional de lo que está ocurriendo en un momento dado", ha explicado.

Para barruntar qué se puede esperar de la juventud, la profesora Martín ha recurrido nuevamente a los datos relativos a la investigación con estudiantes europeos de 14 años, y ha extraido algunos resultados significativos. El estudio indica, por ejemplo, que los chicos y chicas de la ESO se sitúan dentro de la media europea en conocimiento de valores cívicos y ciudadanos, y que en esas edades España ocupa el segundo puesto en cuanto apoyo a los valores democráticos. Asimismo, los españoles figuran en segundo lugar, tras los suecos, en actitudes favorables a la igualdad de género.

Curiosamente, cuando se pregunta por la política, la posición de España desciende a los niveles más bajos. Ante esta situación, la politóloga ha reivindicado la promoción dentro del ámbito escolar de habilidades para la participación y el debate. "Los chicos y chicas encuestados afirman que no se fomenta el debate en clase, y coinciden en ello además los profesores y directores de centros. Por tanto, yo creo que se puede hacer mucho más en la escuela. Hay que tener en cuenta que los valores que se enseñan a esta edad tienen más visos de permanencia a lo largo de la vida", ha concluido.

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