La escritora Elvira Lindo (Cádiz, 1962) ha asegurado que tiene "mentalidad de trabajadora nata", lo que le lleva a tener que contenerse para no ser una "maniática" del trabajo. Por eso, y aunque ya tiene pensado el argumento de su próximo libro, prefiere de momento no hablar de él en público, sólo en casa, y tomarse las cosas "con cierta tranquilidad".

"Sé que dentro de mí hay algo que quiero contar, pero me contengo a mí misma, porque es que ya sería una maniática", ha dicho la escritora en una rueda de prensa en Santander, donde presenta esta tarde su última novela, 'Lo que me queda por vivir".

La autora ha señalado que ahora quiere esperar y tomarse unas vacaciones, algo que no le resulta fácil. "Enseguida pienso que no hago nada", ha añadido, y es que, según ha explicado, el trabajo le "ordena la vida y de alguna manera le da sentido".

"Yo tengo mi argumento en la cabeza, y sólo lo cuento en casa", ha señalado la escritora, quien tiene "comprobado" que "cuando cuentas mucho una cosa es como si la vacías de contenido". Además, es de la opinión de que cuando una persona "cuenta mucho lo que está escribiendo, es que no lo está escribiendo". "Escribir es algo que tienes que rumiar tú muy íntimamente", ha precisado.

Lindo, que se encuentra en plena promoción de 'Lo que me queda por vivir', que ya va por su cuarta edición, también ha señalado que "cada vez que escribes un libro, sabes cuál va a ser la penitencia que vas a tener que pasar por ese libro".

En este caso, la suya ha sido saber que iban a preguntarle por las similitudes entre su vida y la de su protagonista, Antonia, una mujer que se va sola al Madrid de los ochenta con un niño de cuatro años. Pero "si hubiera querido escribir unas memorias, hubiera escrito unas memorias", ha precisado.

En cualquier caso, ha recordado que muchos escritores utilizan su vida como "materia prima" para "escribir el libro que quieren escribir", aunque "lamentablemente" cuando una mujer muestra "un tipo de intimidad femenina" resulta más "chocante" y "morboso" y se le da "más importancia", que cuando lo hace un hombre.

Es en ese sentido en el que considera que tratar esta obra como una autobiografía "le resta valor", pero "cuando lo dicen pienso que mi vida íntima es algo que sólo sé yo". Si bien ha reconocido que se ha basado "mucho" en su hijo para construir el personaje del niño.

Además, ha contado que no le resultó fácil escribir esta novela, que es como un "puzzle", una mujer que 15 años más tarde recuerda episodios de su vida. "Había momentos muy emocionales y tenía que saber contener esa emoción", ha señalado Lindo.

La movida

La historia transcurre en los años de la llamada 'movida' madrileña, aunque esta palabra no aparece "ni una sola vez" en la novela, ni Lindo sintió "nunca" que formara parte de este movimiento, como tampoco mucha gente que la rodeaba en la radio, donde trabajaba.

"Lo veíamos como un fenómeno de unas personas un poco disfrazadas y que creían estar en el centro del mundo, pero yo también creía estarlo", ha dicho.

Para la autora de 'Una palabra tuya', "más allá" de la movida hubo un "cambio social" en muchos aspectos, como las drogas en los barrios, los contrastes familiares entre los que vivían en el pueblo y en la ciudad, o la diferencia de moral entre padres e hijos.

Por eso, cree que su generación "ha abusado al contar un pequeño fenómeno que se llamó la movida", cuando "no todo" lo que ocurría en muchos ámbitos, también el musical, podía encuadrarse en ella.

Pero para ella, el Madrid de los ochenta era un "escenario muy familiar", y por eso lo ha utilizado en su libro, y también una época "muy interesante" y "muy intensa", que puede narra con "cierta objetividad", al haberla vivido, pero al mismo tiempo "me ha pasado" y la he "conocido muy bien".

Para la escritora, desde entonces se han producido cambios para las mujeres, que ahora "lo tenemos mejor", pero "una cosa es lo que dice la ley, que nos ha convertido en ciudadanos de pleno derecho, y otra lo que es el país culturalmente", donde "sigue habiendo una opinión de las mujeres un poco vergonzosa", ha concluido.