Los atracadores del Banco Santander en Cambrils (Tarragona) que este lunes mataron a una empleada de 25 años huyeron sin poderse llevar ningún botín, y dispararon a la víctima sin que ella opusiera ninguna resistencia, según han informado fuentes conocedoras de la investigación a raíz de lo que se observa en las grabaciones de seguridad.

Los dos hombres, que irrumpieron en el banco con un arma de fuego, no iban encapuchados pero llevaban elementos para camuflarse, por lo que está siendo complicado dar con su identidad. Agentes de los Mossos d'Esquadra están enseñando esta mañana a diversos comerciantes de Cambrils fotos extraídas de la cámara de seguridad de la sucursal, que muestran a dos hombres, disfrazados con peluca y barba y bigote postizos.

Este martes continúa activo el dispositivo policial extraordinario de control de carreteras y de ferrocarriles desplegado para dar con los dos asaltantes, que huyeron a pie de la entidad, en la calle Roger de Llúria, una zona peatonal de Cambrils. La víctima del atraco es Estela C., vecina de Sant Carles de la Ràpita, y que compaginaba su trabajo en el banco con estudios de Económicas en la Universitat Rovira i Virgili (URV) en Reus.

A raíz de este suceso se ha producido una gran conmoción en esta localidad de Tarragona y se ha puesto en tela de juicio la seguridad de los trabajadores de las sucursales bancarias. Una concentración por la muerte de Estela ha servido para que trabajadores de este colectivo denuncien la falta de un protocolo de actuación en caso de atraco y el hecho de que este tipo de asaltos no sean considerados como un riesgo laboral.

Por otra lado, desde la entidad a la que pertenecía la sucursal atracada, el Banco Santander, su propietario Emilio Botín, se ha limitado a trasladar a la familia de la víctima sus condolencias sin entrar en esta polémica. Desde la Generalitat, la consellera de Treball, Mar Serna, ha anunciado que su departamento ha abierto un expediente informativo a la sucursal bancaria.