Es cierto que los nipones ya obtuvieron un enorme éxito con el Mazda 5 actual. A esto han contribuido sin duda el concepto de asientos flexible y unas puertas deslizantes sumamente prácticas con las que este monovolumen compacto se aseguró la admiración de su público. Evidentemente, en la nueva versión del Mazda 5, estos aspectos han permanecido fieles a sí mismos.
Nuevas formas
Por el contrario, el nuevo puesto de conducción tiene un aspecto menos fluido pero más organizado y, además, ahora está más orientado al conductor. Unos botones más grandes en la consola central, algo más ancha, ofrecen una mejor facilidad de uso y la pantalla de información, que ha aumentado su tamaño, también resulta más legible. Además, en esta ocasión las esferas del cuadro de instrumentos, que proporciona multitud de información, cuentan con un aspecto mucho más deportivo. En comparación con su predecesor, el gran número de inserciones cromadas le dan un toque noble y de calidad. A esto hay que añadir la multitud de compartimentos y huecos portaobjetos que inundan todo el habitáculo.
Puertas correderas de serie
Como de costumbre, la segunda y tercera fila de asientos se pueden modular de forma práctica y muy flexible. Las plazas exteriores de la segunda fila se pueden deslizar y abatir. El asiento central se puede plegar transformándose en resposabrazos y, si retiramos el relleno (que se esconde debajo del asiento izquierdo), se puede convertir en un práctico cajón de almacenamiento. También es posible configurar un espacio más estrecho a la tercera fila, aunque el acceso a esa zona resulta más sencillo inclinando los asientos exteriores hacia adelante. Gracias a las puertas correderas, que se pueden abrir y cerrar eléctricamente en según que versiones, el Mazda 5 ofrece un acceso realmente cómodo.
Dos mecánicas de gasolina para empezar
A pesar de que Mazda no se ha subido al carro del downsizing en sus motores de gasolina, la cifra del consumo es buena. Este monovolumen de casi una tonelada y media de peso consume tan sólo 6,9 litros a los 100 km, cifra que le sitúa entre los mejores con diferencia de su segmento. Al final de mi recorrido (de unos 180 kilómetros por carretera y ciudad), el odernador de a bordo marcaba 7,5.
La reducción del consumo de combustible frente al motor de potencia equivalente de su predecesor tiene su origen en una serie de medias y soluciones técnicas. Por un lado, el motor funciona con inyección directa de gasolina y, por otro, dispone del sistema Stop-Start mencionado anteriormente que, dicho sea de paso, funciona de forma impecable y rápida. A esto cabe añadir un desarrollo más largo del cambio de seis velocidades, lo que hace posible que el motor funcione un régimen de revoluciones más bajo.
Más silencioso
Gracias a un par motor aumentado (191 Nm), este desarrollo más largo de las marchas no se traduce necesariamente en una merma del rendimiento. Según datos oficiales, el Mazda 5 con el motor de dos litros acelera en once segundos hasta los 100 km/h, algo que resulta más que suficiente para un vehículo familiar. Además, esta mecánica es considerablemente más silenciosa que la del modelo anterior y en general, el vehículo está mejor insonorizado (a ralentí, apenas se percibe ruido). El único pero es una ausencia más que notable de 'fuerza' a bajas revoluciones, algo que choca mucho al principio y que le priva, bajo mi punto de vista, le priva de ser un motor totalmente redondo.
Más barato que hasta ahora
Ya se conocen todos los precios, incluida la futura mecánica diésel que llegará en febrero acompañada de un nuevo sistema de navegación opcional con el sello de TomTom. Por cierto, esta mecánica será la nueva evolución del bloque 1.6 de origen PSA que ahora rinde 115 CV y que ha estrenado el Mazda 3 en el Salón de París. En la familia del Mazda 5 su precio incial será de 23.400 € . De momento, la gama arranca con el Mazda5 1.8 l. 115 CV Active (con un precio de 21.290 €, 1.260 euros menos respecto a su predecesor), en el siguiente escalón se encuentra el Mazda5 1.8 l. 115 CV Style (desde 23.290 €, 560 euros de ahorro con respecto a la generación precedente) y termina con el Mazda5 2.0 l. i-stop 150 CV Luxury (que parte desde 24.490 €, o lo que es lo mismo 1.860 euros menos que el modelo anterior).
Conclusión
El Mazda 5 siempre ha estado a la altura y la nueva generación es aún mejor. Los ingenieros han mantenido los puntos fuertes que han demostrado su valía con anterioridad, como son el sistema de modulación de asientos flexible denominado 'Karakuri' y, sobre todo, las puertas corredizas eléctricas a ambos lados, pioneras en el segmento de los monovolúmenes de tamaño medio. Al mismo tiempo, han eliminado los puntos más débiles, en esepecial una suspensión poco cómoda y la mala insonorización del habitáculo. Por si fuera poco, el nuevo diseño Nagare hará que muchas las cabezas se vuelvan cuando el nuevo Mazda 5 pase por delante de ellos. El único defecto es que en el momento de su lanzamiento al mercado no hay ningún motor diésel, ni tampoco un cambio automático (que ni siquiera está previsto).
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