Un hombre y una mujer discuten violentamente en una estación de metro. Los empujones y los insultos terminan cuando él escupe a la mujer, ésta le golpea y el le lanza un puñetazo. La joven cae fulminada al suelo. Decenas de personas pasan alrededor de ella. Pocos se inmutan y cuando lo hacen la mujer lleva tendida varios minutos.

El suceso tuvo lugar el pasado lunes en la estación de Anagnina del suburbano romano, según informan diversos medios italianos. La mujer, una enfermera rumana de 32 años -Maricica Hahaianu- entró en coma, y su agresor, un joven de 20, fue detenido gracias a un testigo que tras presenciar la agresión fue tras él.

La víctima en cambio, tuvo que esperar más rato para captar la atención de otro ciudadano comprometido. Cuando llegaron los servicios sanitarios tuvo y llegó al hospital para ser operada de graves lesiones craniales. Su pronóstico sigue siendo reservado.

El joven -Alessio Burtone, con otros antecedentes violentos- agresor se ha mostrado "arrepentido" y permanece en arresto domiciliario. La Policía cree que no sabía lo que había hecho y sus familiares alegan, a la vista del vídeo, que Hahaianu le provocó y fue a por él.

Sin embargo, lo que ha conmocionado a la sociedad romana ha sido la pasividad de los ciudadanos de a pie ante la escena. El alcalde de la capital italiana, Gianni Alemanno, ha asegurado desde Pekín que "no es posible que haya tanta indiferencia". Una asociación de consumidores ha presentado una denuncia para que se identifique y se denuncie a las personas que aparecen en el vídeo y no prestaron atención a la mujer agredida.

El Partido Democrático de Roma ha alertado de que la violencia ha "alcanzado propiedades epidémicas".