Destrozan una treintena de árboles centenarios para construir Madrid Río

  • Son plátanos y cedros que sobrevivieron a las obras de los túneles de la M-30, pero los dejan morir a la orilla del Manzanares.
  • Están ahora sitiados por las casetas de obra y a su alrededor se han abierto zanjas y han vertido materiales dañinos.
  • La vegetación también sufre por los cambios en el sistema de riego.
Un cedro seco junto al Puente de Segovia.
Un cedro seco junto al Puente de Segovia.
Ecologistas en Acción
Un cedro seco junto al Puente de Segovia.

El destrozo de árboles en Madrid sobrepasa ya los límites del sentido común. El Ayuntamiento de la capital está instalando 725.000 metros cuadrados de zonas verdes a orillas del Manzanares dentro del proyecto Madrid Río, que contará con unos 25.300 árboles. Sin embargo, mientras se dedican a plantar esta nueva vegetación, las obras del megaparque están amenazando los ejemplares que llevan siglos dando sombra en la ribera del río.

Una treintena de árboles centenarios «se han secado o están a punto de hacerlo» junto al Manzanares, según denunció este miércoles Ecologistas en Acción. Los ejemplares dañados son una veintena de plátanos en Virgen del Puerto y los alrededores del Palacio de los Vargas (en la entrada de la Casa de Campo), y cuatro cedros junto al Puente de Segovia.

Todos ellos sobrevivieron a las obras de soterramiento de la M-30 (en las que murieron más de 30.000 árboles, según los ecologistas), pero no han podido soportar el ajardinamiento de la ribera.

El estrés por los trabajos de reforma es su principal amenaza. Los plátanos del Palacio de los Vargas, con más de 200 años de vida, están ahora sitiados por las casetas de obra y a su alrededor se han abierto zanjas y han vertido materiales dañinos. Además, media docena de plátanos fallecieron cuando intentaron transplantarlos a otra zona. «En su lugar, han puesto arbolitos de quita y pon», señala Luciano Labajos, de Ecologistas en Acción.

El agua no llega a la raíz

La vegetación también está sufriendo por los cambios en el sistema de riego. Los árboles centenarios son ejemplares de gran porte y con raíces profundas. Al instalar riego para césped, el agua no llega a todo el árbol y se acaba secando. Es lo que le ha pasado a los cedros del Puente de Segovia, que se han convertido en troncos con ramas marrones y sin vida. A las obras se suman los destrozos de plantas durante los eventos multitudinarios (como la celebración del Mundial en la explanada del Rey) y la tala de árboles para colocar losas de granito.

«La época más nefasta del Retiro»

Las agresiones ecológicas en la ribera del Manzanares son sólo la punta del iceberg de lo que ocurre en la capital. Los jardineros del Retiro creen que «el parque está atravesando una de sus épocas más nefastas», debido a la tala de árboles singulares que acaban enfermos por falta de cuidados. También sufren los árboles del paseo de Recoletos (estresados por el tráfico y la contaminación), el celtis del Museo del Prado (podrido por unos hongos) o el ligustrum de Las Cortes (las obras afectaron a sus raíces).

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