La vida de una top model de fama internacional no siempre es sencilla. Así lo demuestra un vídeo que circula desde hace unas semanas por Internet y que muestra la feroz persecución que sufre Kate Moss en un aeropuerto por parte de los paparazzi.

La supermodelo, que trae varias malestas y está acompañada por su hija, trata desesperadamente de llegar al mostrador de facturación mientras es abatida por una tormenta de flashes. Para evitarlos, la británica prueba varias estrategias. Por ejemplo, se agacha un rato detrás de un carrito, lo que no impide que las decenas de reporteros que la rodean bombardeen con sus cámaras no sólo a la modelo, sino también a su niña.

Luego, la maniquí opta por coger carrerilla y amenaza con arrollar con su carro a aquellos que se cruzan en su camino. Más tarde, y con la ayuda de un policía, alcanza el lugar donde se realiza el check-in,   donde decide ocultarse de nuevo, esta vez bien agazapada tras el mostrador.

Tras un rato, y después de hacer migas con los agentes aeroportuarios que poco a poco han acudido al lugar, sale de su escondrijo y se dirige a la puerta de embarque escoltada por ellos. Esta vez se sonríe y parece una reina seguida por su séquito mientras a su alrededor se siguen escuchando los 'clics'.

Las imágenes han generado un gran debate en Internet, donde varios usuarios piden nuevas leyes que protejan a los personajes públicos de estos "abusos" cometidos por la prensa y que atentan contra lo que consideran el derecho a la intimidad. Algunos de ellos, incluso, piden que se contemplen medidas penales.