Irán ha suspendido la lapidación de Sakineh Mohammad Ashtiani y y revisará la sentencia que la condena a muerte por lapidación. Así lo ha asegurado un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní a una cadena de televisión pública PressTV.

El caso de esta mujer, acusada de adulterio y de colaborar en el asesinato de su marido, ha provocado un ola de protestas desde la comunidad internacional. De hecho, este mismo miércoles el pleno del Parlamento Europeo ha condenado la sentencia y ha exigido a las autoridades de Irán que revisen inmediatamente la decisión y le garanticen un proceso justo.

Ashtiani, madre de dos hijos, está encarcelada desde 2005. En mayo de 2006 fue condenada a recibir 99 latigazos por mantener una "relación ilícita" con dos hombres y posteriormente fue declarada culpable de mantener una "relación extramatrimonial" y condenada a morir mediante la lapidación. El Tribunal Supremo confirmó la condena de muerte el 27 de mayo de 2007.

En una resolución aprobada con el voto favorable de la práctica totalidad de la Eurocámara, los eurodiputados han considerado que, "sean cuales sean los hechos, una condena a muerte por lapidación no puede estar justificada ni ser aceptada". Varios parlamentarios han acudido además al pleno con camisetas en las que podía verse una imagen de la mujer, condenada a muerte por adulterio y cuyo caso ha provocado una ola de protestas por parte de la comunidad internacional.

En el texto acordado por las principales fuerzas políticas, la Eurocámara ha expresado su "consternación" ante el hecho de que Irán continúe siendo uno de los pocos países del mundo que aún mantiene las lapidaciones y llama al Parlamento iraní a prohibir la práctica. De modo más general, el PE vuelve a reafirmar una vez más su oposición a la pena de muerte y llama a las autoridades iraníes a establecer una moratoria de cara a una futura abolición definitiva de la pena capital.

Mohammad Mostafaei, ex abogado de Ashtiani y refugiado actualmente en Noruega, se trasladó a París para pedir ayuda para su ex clienta y se reunió con el ministro galo de Exteriores Bernard Kouchner, quien se dijo dispuesto a viajar a Teherán para defender su causa. "Es una pena insoportable, el colmo de la barbarie y del retorno a la Edad Media (...) Estoy dispuesto a hacer todo lo necesario para salvarla, si es preciso ir a Teherán, iré", aseguró el jefe de la diplomacia gala.