Un millar de personas advierten al Gobierno en Garoña que no quieren energía nuclear "ni por activa ni por pasiva"

Llamazares emplaza el fin "obligado" de la central a la sustitución de la nuclear por energías renovables

Un millar de personas participaron hoy en Burgos en la XXXI Marcha contra Garoña, convocada por la Plataforma por el cierre de la central, para comunicar al Gobierno central y a la Junta de Castilla que no quieren energía nuclear "ni por activa ni por pasiva".

La Marcha, que fue respaldada por el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares, y el coordinador general de IU en Castilla y León, José María González, partió a las 12.00 horas de la localidad burgalesa de Barcina del Barco y concluyó poco después a las puertas de la central.

Allí, una joven vecina del municipio, en el que siempre han vivido otras generaciones de su familia, puso voz a un manifiesto en el que mostró su oposición a la central de Santa María de Garoña y trasladó su solidaridad con los territorios de Castilla y León que figuran en la lista de posibles ubicaciones para el Almacén Temporal Centralizado (ATC).

Los detractores pidieron así el "firme y definitivo" cierre de las instalaciones —"la era nuclear comienza a pasar página con la desconexión de Garoña", rezaba el comunicado—, una reivindicación que apoyaron los diferentes colectivos integrados en la Plataforma, grupos ecologistas e IU.

En este sentido, Gaspar LLamazares exigió el fin "obligado", un fin que emplazó al proceso y al calendario de cierre de las centrales y la sustitución de la nuclear por energías renovables y por el ahorro y la eficiencia energética.

"Una vez cumplida prácticamente toda la vida útil de ésta, de 40 años, se aumenta el riesgo y la rentabilidad para la empresa ya ha tenido lugar, con lo cual el cierre es obligado y no la prórroga como plantea el propio Gobierno", apuntó el portavoz, quien garantizó que el 40 esa sustitución por renovables es "posible" y recordó que ya el 40 por ciento de la energía procede de esta alternativa.

"Si aumentáramos ese porcentaje y además lo combináramos con ahorro y eficiencia energética, el calendario de cierre de las nucleares sería posible y a muy corto plazo".

El coordinador general de IU en Castilla y León, por su parte, indicó que la jornada de esta año ha sido "interesante en cuanto a participación" e incidió en que la jornada sirvió para hacer llegar al Gobierno central y a la Junta el mensaje de que Castilla y León "no quiere nuclear ni por activa ni por pasiva".

De esta forma, rechazó no sólo las instalaciones burgalesas, sino también el posible emplazamiento de un ATC de residuos en la Comunidad.

Las plataformas contra el que denominan 'cementerio nuclear' también se hicieron oír en la Marcha. De hecho, protagonizaron una parodia que consistía en una ruleta rusa donde el Ministerio de Industria y Enresa se "rifaban" qué localidad acogerá el ATC y a través de la cual advirtieron de que el proceso para elegir la ubicación es "poco democrático y se realiza con secretismo".

El coordinador de la campaña contra el ATC en la Región por Ecologistas en Acción, Pedro Luis Gómez, volvió a incidir en el "riesgo" que puede llevar a Castilla y León la "alta actividad" de estas edificaciones e aseguró que las plataformas castellanoleonesas "seguirán reclamando" al ministro de Industria, Miguel Sebastián, la "revisión absoluta del proceso de adjudicación" del ATC.

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