Salamanca, ciudad universitaria

En Salamanca se encuentra la universidad más antigua de Europa, fundada en 1218. Es también considerada patrimonio de la humanidad por la Unesco y es una urbe ligada a la historia universal, un lugar por donde han circulado personajes como Miguel de Unamuno o Miguel de Cervantes y Saavedra. En su patrimonio destacan importantes espacios arquitectónicos como sus dos Catedrales, la nueva y la vieja, la Casa de las Conchas y la Plaza Mayor, entre otras. Pero el rasgo más distintivo de Salamanca es el ser, desde siempre, una ciudad impregnada del ambiente estudiantil.

Situada a orillas del río Tormes, Salamanca tiene poco más de 160 mil habitantes, de los cuales una buena proporción está representada por estudiantes que acuden desde diversos puntos geográficos a estudiar en una universidad con más de 800 años de tradición. Todo esto convierte a la urbe en un destino perfecto para estudiantes y para quienes quieren realizar turismo cultural gracias a su importantísimo patrimonio histórico arquitectónico, donde por lo demás discurre la vida universitaria.

Ya sea que te traslades a estudiar o pases sólo de visita, un encuentro obligado es la búsqueda de la rana aposentada sobre un cráneo que se encuentra inscrita en la ornamentada fachada de la universidad. Esto es una antigua tradición salmantina, según la cual aquellos estudiantes que lograban descubrirla aprobaban sus estudios y se casaban, y si esto ya había ocurrido pedían un deseo y este se cumplía.

Al caer la noche se inicia la marcha en Salamanca, famosa por su gran multiplicidad de opciones, que se extiende hasta altas horas de la madrugada. La animada noche salmantina consiste en salir de local en local buscando diversión. Una zona especialmente interesante a este respecto es la calle Van Dyck, muy popular por sus pinchos y tapas a precios bastante asequibles.

Una curiosidad de Salamanca son las inscripciones en rojo que aparecen en algunos edificios vinculados a la universidad. Estos corresponden a los vítores, los cuales se usaban para reconocer los doctorados, tradición que se ha retomado y que ahora también alcanza para aquellos personajes importantes que visitan la ciudad. Y si ya lograste encontrar la rana, es tiempo de una nueva búsqueda. En la fachada de la Catedral Nueva se encuentra esculpida la figura de un astronauta y de un demonio comiendo helado.