Los mecheros también se encienden en la cafetería. De varias mesas surgen pequeñas columnas de humo que delatan a quienes ni cumplen la ley ni obedecen al camarero ni respetan a los compañeros que están comiendo. El encargado, impotente ante este comportamiento, responsabiliza al decano.

Caladas en el comedor

Tras recorrer las dependencias de la Complutense, Ciencias de la Información demostró ser la facultad que echa más humo. Al otro lado de la cortina están Medicina o Farmacia, dos  ejemplos de cómo conseguir que el alumnado cumpla la  normativa. Y en medio se quedan Filosofía y Filología, donde todavía hay quienes disfrutan de unas caladas en pleno comedor universitario o fuman a escondidas en el baño, como si fuesen escolares.

Madrid regulará las sanciones por decreto

Todavía no hay inspecciones. El Gobierno regional prepara un decreto para regular las inspecciones y la imposición de multas a quienes infrinjan la ley antitabaco, que entró en vigor el 1 de enero.

La normativa estatal deja en manos de las comunidades autónomas la potestad de ejercer las funciones de control, abrir expedientes e imponer sanciones, pero hasta que el decreto regional no entre en vigor los infractores no serán sancionados. Esta postura, según la Comunidad, no supone ninguna «insumisión» frente a la ley.

De hecho, los ciudadanos pueden denunciar ante la  Administración o ante la Policía Local o Nacional el incumplimiento de la ley. El decreto no tiene un plazo previsto, «aunque se hará lo antes posible», según dijeron desde la Consejería tras la reunión de ayer en el Ministerio de Sanidad para homogeneizar criterios.

La facultad de periodismo echa humo

Alma Figueroa

18 años, estudiante de 1º

«Sí, reconozco que estoy fumando en la cafetería de la facultad, aunque esté prohibido. El camarero nos dijo que no podemos fumar aquí, pero seguiré haciéndolo hasta que me pongan una multa. Intento ser discreta, pero mientras no me llamen la atención no apagaré mi cigarrillo. Fumo desde que cumplí los 16 años».

Patricio Peña

Encargado de la cafetería

«Hay muchos chavales fumando, pero les hemos llamado la atención 50.000 veces y no nos hacen caso. No podemos liarnos a tortas con ellos. En caso de inspección, a nosotros no nos multarían porque el último responsable de lo que se hace en las instalaciones de la facultad es el decano».

Esther Ranera

21 años, estudiante de 4º

«Yo soy fumadora y no me gusta la ley antitabaco, pero entiendo que ahora se respira mucho mejor. Desde que regresamos de vacaciones, en la cafetería hay menos humo y más sitios libres porque mucha gente se va a fumar a los pasillos. Todavía fuman muchos alumnos, aunque son bastantes menos que antes».