Un bebé de dos semanas murió este jueves tras ser arrojado por la ventana desde una octava planta en un edificio de Toulouse (Francia). Su madre, la principal sospechosa, fue detenida e interrogada por la Policía, según informa el diario Le Monde.

Momentos antes de que se produjeran los hechos, la madre, de 34 años, se encontraba en el apartamento con la pequeña. El padre de la niña y compañero sentimental de la principal sospechosa se encontraba trabajando fuera del domicilio.

La hermana de la detenida declaró ante la Policía que en el momento de la tragedia se encontraba en la puerta de la casa y escuchó los llantos del bebé. Afirmó que no pudo entrar en el apartamento, por lo que llamó a los bomberos, quienes encontraron a la pequeña sin vida tendida en el suelo tras caer al vacío más de 20 metros.

Se ha abierto una investigación judicial para aclarar las circunstancias y la autoría de la tragedia.