Los vecinos de la localidad turolense de Aguaviva volverán a trabajar durante toda esta noche y la mañana de este sábado 28 de agosto, para realizar sus tradicionales alfombras de serrín. Después, la procesión, que a medio día de este sábado recorrerá las calles de la localidad, hará que las alfombras pasen a la historia.

Como cada 28 de agosto desde hace más de 20 años, coincidiendo con la festividad de San Agustín, se cumplirá esta tradición que sirve para celebrar el Santísimo Misterio de Aguaviva.

Las coloridas alfombras de este año "están dedicadas a las civilizaciones: una calle estará dedicada a la hindú; otra a los aztecas, mayas e incas; una tercera a los griegos; también a los romanos, otra a la civilización íbera, una más a la africana, otra a la egipcia y finalmente, a la árabe", ha explicado Manuel Valencia, encargado de hacer los diseños y los dibujos que después se recrean con serrín y que, según ha dicho ya están preparados, al igual que el serrín que ya se ha tintado.

En cuanto a los altares, Valencia ha señalado que recordarán al Taj- Mahal, a las pirámides de Egipto, a la Dama de Elche, uno más dedicado a la cultura griega y el último a la musulmana.

Como ya es habitual, las alfombras comenzarán a realizarse a las 8.00 horas de este sábado, cuando los vecinos de la localidad salgan a la calle para espolvorear el serrín sobre los dibujos que durante esta noche se habrán pintado en las calles.

Más de tres toneladas de serrín que se han estado coloreando durante todo el mes de agosto y que se mojan con agua puesto que, al estar apelmazado, es más difícil que haya problemas con el viento.

Este sábado y después de la Eucaristía, saldrá la procesión que recorrerá las calles de la localidad, pasando por encima de estas efímeras alfombras de serrín que, de esta forma, pasarán a ser historia.

Con estas alfombras, los vecinos de la localidad turolense recuerdan que en 1435 se quemó la Iglesia del pueblo y entonces se salvaron sólo los Corporales que había en el Sagrario. Por eso, a principios de siglo, se instituyó la celebración de una procesión. Unas procesiones que pasaban por unas alfombras de flores que finalmente dejaron de hacerse.

Hace dos décadas el centro cultural de la localidad se decidió a recuperar, aunque con variaciones, la tradición. Desde entonces, ningún año se ha faltado a la cita, a no ser que la lluvia lo haya impedido.