Los 33 obreros que permanecen atrapados en la mina 'San José' desde hace 21 días ya saben que tendrán que esperar como mínimo hasta el día del Bicentenario, el 18 de septiembre, y como máximo hasta navidad para ser rescatados.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich afirma que los 33 mineros se sienten preparados para una larga espera antes de que se concrete su regreso a la superficie. Además, dijo a los periodistas haber comunicado a los atrapados que el proceso de rescate "será lento" y aseguró que "ellos entendieron" la situación. "Hemos podido hablar con ellos con entera verdad y lo han aceptado, están tranquilos y esperan poder trabajar de buena manera con nosotros", precisó.

El titular de Salud matizó, que tras la euforia que sintieron tras haber sido contactados, es probable que caigan en estados depresivos que habrá que afrontar. "Lo más probable es que nos enfrentemos a un período de depresión, de angustia, de decaimiento, que estamos preparando", dijo. Por ello, dijo, el plan incluye mantener a los 33 trabajadores sanos, bien alimentados y psicológicamente preparados.

Consideró que el miércoles se avanzó de forma extraordinaria, al lograr suministrar a cada uno "2.000 centímetros cúbicos de líquido, medicamentos y una primera fase de realimentación".

Recomendación a los familiares

Expertos recomendaron a los familiares de los mineros atrapados que abandonen el lugar e intenten volver a realizar su "vida normal".

El psicólogo Claudio Ibáñez, director del Instituto Chileno de Inteligencia Emocional, que viajará a la zona a brindar apoyo emocional a familiares y mineros, explicó que si bien en un primer momento fue positivo para los obreros saber que sus familiares se encontraban en la superficie "ahora debe ocurrir lo contrario".

Ibáñez dijo en declaraciones a la página electrónica de El Mercurio, que ahora que los mineros saben que deben esperan al menos tres meses para ser rescatados, "a ellos les preocupa el bienestar de su familia, lo que implica que ésta haga su vida normal".

"Mi sugerencia sería que las familias retornen a la normalidad lo más pronto posible, eso sería una tremenda buena noticia para cada minero, que sepan que su familia está funcionando, que los niños van al colegio, que está todo funcionando bien", señaló el especialista.

Ibáñez afirmó que en caso de que no sea posible convencerles de abandonar el campamento 'Esperanza', como le denominaron los propios familiares, hay que evitar que tengan tiempo de ocio "y finalmente se termine desesperando".

EE UU ofrece su ayuda

EE UU aseguró este jueves que está dispuesto a ayudar a Chile en el rescate de los mineros.

El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, indicó en la rueda de prensa diaria que "obviamente", Estados Unidos "está listo para ayudarles" a los chilenos en las labores de rescate.

"Si los chilenos nos hacen una solicitud concreta la evaluaremos y les responderemos. Nuestra postura es que estamos dispuestos a asistirles y a ayudarles a liberar a estos mineros", señaló Toner.

El Gobierno chileno quiere recibir asesoría de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) para mantener a los mineros en condiciones óptimas, pues los 33 trabajadores atrapados se encuentran en una situación extrema similar a la que experimentan los astronautas.

Medidas legales contra los dueños de la mina

Los familiares de los mineros anunciaron la presentación de la primera querella contra los dueños del yacimiento y el estatal Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).

El abogado que los representa, Remberto Valdés, anunció a los periodistas que este  jueves presentará una querella contra los dueños de la minera San Esteban, propietaria de la mina San José, a quienes acusará de lesiones, y contra los funcionarios estatales, de prevaricación.

Esto último imputa a los funcionarios del organismo estatal de "haber dictado, en 2008, una resolución injusta que ha significado la reapertura de la mina San José", que había sido clausurada el año anterior, dijo Valdés.

Agregó que los dueños de la empresa, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, podrían responder con sus bienes personales ante la eventual quiebra de la misma, mientras que el presunto pago de sobornos, para ordenar su apertura sin que el yacimiento cumpliera todos los requisitos de seguridad, será investigado.

El abogado pedirá unos 40 millones de dólares por indemnizaciones de diversa índole. Aproximadamente un millón de dólares para cada minero atrapado, un 20% del total para el experto en leyes y el resto para gastos.