Hungría sella su frontera y sólo ofrecerá asilo a los sirios

  • Eslovaquia y Austria se suman a Alemania y anuncian controles en sus fronteras.
  • Desde el pasado viernes han llegado a Hungría 13.162 refugiados; la policía húngara ya ha declarado el estado de alerta en cuatro provincias.
  • Algunos medios calculan que este lunes podrían llegar al país unos 25.000; Austria anuncia controles "lo antes posible" en la frontera con Hungría.
  • En el paso fronterizo de Bad Reichenhall, en el sur de Alemania, se registraban este lunes colas de hasta tres kilómetros tras la suspensión de Schengen.
Refugiados caminan por las vías del tren de Horgos a Szeged cerca de Rozke. en Hungría.
Refugiados caminan por las vías del tren de Horgos a Szeged cerca de Rozke. en Hungría.
EFE/Balazs Mohai
Refugiados caminan por las vías del tren de Horgos a Szeged cerca de Rozke. en Hungría.

Hungría ha cerrado su frontera a los refugiados y sólo tramitará peticiones de asilo de ciudadanos sirios con documentación, horas antes de que entre en vigor la medianoche del lunes al martes una draconiana legislación que establece penas de cárcel por entrar el país de forma ilegal.

El acto simbólico de esa política de mano dura ha sido la clausura de la puerta de entrada para decenas de miles de refugiados en los últimos meses: un espacio abierto en su alambrada meridional con Serbia por el que discurre una vía férrea utilizada como guía de quienes llegan procedentes de países como Siria, Irak o Afganistán.

El cierre de ese espacio se produjo de forma totalmente inesperada sobre las 16.30 (14.30 GMT), ya que muchos analistas consideraban que tendría lugar después de que entrase en vigor la normativa migratoria.

En cuestión de minutos el ambiente entre los refugiados cambió de forma radical, de los rostros cansados pero satisfechos por haber alcanzado Hungría a los gestos de desilusión de quienes venían un poco detrás y veían esfumarse el sueño de alcanzar la zona Schengen.

"Espero llegar cuanto antes a Austria, gracias a Dios que ya estoy aquí, apenas he descansado en los últimos días", declaró a Efe Abdalá, un joven iraquí que viajaba con su esposa y una niña de tres años, poco antes del cierre del paso fronterizo.

"Vamos a seguir la valla hasta encontrar otro hueco"

Las fuerzas de seguridad húngaras formaron un cordón policial en la frontera mientras se termina de fijar el portón en esa vía férrea, por la que no circulan trenes desde mediados de agosto.

Los agentes húngaros informaban allí a los refugiados de que debían dirigirse al punto oficial de entrada en Hungría, situado a un par de kilómetros, pero los medios locales señalan que sólo se aceptarán peticiones de asilo de ciudadanos sirios con documentación.

Cientos de refugiados han seguido andando en paralelo a la valla levantada por Hungría, y hoy vigilada por numerosos policías, algunos a caballo y con perros, y soldados armados con fusiles automáticos, con el apoyo de un helicóptero.

Preguntados desde el lado húngaro de la frontera, algunos refugiado dijeron a Efe que la alambrada no les parará.

"Vamos a seguir la valla hasta encontrar otro hueco", gritó uno de ellos, mientras que otro decía: "Esto no me va a parar. He cruzado el mar para llegar hasta aquí".

Algunos se ocultaron entre la vegetación de una rambla que discurre junto a la alambrada para saltarla durante la noche.

Sólo tres hileras de concertinas de metro y medio están finalizadas en los 175 kilómetros de frontera, mientras que una segunda malla de cuatro metros de altura estará lista en unas semanas, pero todavía existen espacios sin esa segunda alambrada.

En la frontera hay movilizados 4.300 soldados y es posible que mañana el Gobierno declare el estado de emergencia por la "migración masiva" y permita que los militares asuman de forma activa tareas de vigilancia.

Entretanto, la explanada de Röszke, utilizada como punto de reunión para trasladar a los refugiados a campos para identificarlos, se ha quedado vacía después de que se trasladara a todos los que llegaban hasta la frontera con Austria.

Control de fronteras en Alemania, Eslovaquia y Austria

La libre circulación de personas en el espacio Schengen de la UE presenta cada vez más brechas después de que Alemania, Eslovaquia y Austria hayan decidido volver temporalmente a los controles de fronteras con motivo de la crisis de refugiados. Este último país ha anunciado que va a desplegar al Ejército en la frontera con Hungría, Estado miembro que, por su parte, se prepara para recibir este lunes, según algunos medios, a 25.000 personas.

Según Sky News, el ministro de Interior de Eslovaquia ha anunciado que su país va a restablecer los controles en las fronteras con Hungría y con Austria.  "Se trata de medidas temporales", dijo a los medios locales Michaela Paulenova, portavoz del Ministerio, quien no precisó cuánto tiempo estará en vigor la medida ni a qué pasos fronterizos será aplicables.

Asimismo, ha precisado que enviará otros "220 policías para controlar los pasos fronterizos así como zonas de bosque" en el linde con esos países vecinos. "El endurecimiento del régimen no significa el fin de Schengen", añadió la portavoz.

Este lunes por la mañana, además, Viena decidió cerrar durante una hora el principal paso fronterizo con Hungría (A-4), en la localidad de Nickelsdorf. La ministra austríaca de Interior, Johanna Mikl-Leitner, ha anunciado que van a restaurar los controles fronterizos con Hungría "lo antes posible".

Alemania insta a respetar Dublín

El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, recordó que, según la legislación europea, su país no es responsable de la mayoría de solicitantes de asilo que llegan e instó a todos los socios a respetar el convenio de Dublín que, recordó, sigue en vigor.

La prohibición a la circulación de trenes entre Alemania y Austria, que entró en vigor a las 17.00 horas (15.00 GMT), fue levantada este lunes a las 07.00 (05.00 GMT) según lo previsto, precisó un portavoz de la compañía de ferrocarriles alemana Deutsche Bahn (DB).

Solo el tráfico ferroviario entre las ciudades de Salzburgo, en Austria, y Múnich, en Alemania, continuaba interrumpido debido a que todavía se encontraban personas sobre los raíles, agregó. La compañía de ferrocarriles no pudo avanzar si debido a esta interrupción se registrarán cancelaciones.

El tráfico había sido interrumpido entre ambos países por indicación de las autoridades alemanas. Según DB, las líneas afectadas eran las que unes las ciudades de Klagenfurt (Austria) y Fráncfort (Alemania); Zúrich (Suiza) y Múnich, vía Bregenz (Austria); Verona (Italia) y Múnich, vía Kufstein (Austria); Budapest (Hungría) y Múnich; y Viena (Austria) y Fráncfort, vía Dortmund (Alemania).

También las conexiones nocturnas entre Viena y Hamburgo (Alemania), vía Pasasu (Alemania); y entre Viena y Düsseldorf (Alemania), vía Passau, no cruzaron la frontera. Entre los afectados no había solo refugiados, sino también turistas y otros usuarios.

En el paso fronterizo de Bad Reichenhall, en el sur de Alemania, se registraban este lunes colas de hasta tres kilómetros, según control de tráfico, después de que el Gobierno alemán anunciara el restablecimiento temporal de los controles en sus fronteras, desbordado ante la llegada de miles de refugiados desde Austria.

La radiotelevisión pública bávara Bayerischer Rundfunk informó incluso de colas de hasta seis kilómetros a la altura de Passau. Según la policía, las autopistas se han quedado con un carril menos para que los agentes puedan realizar los pertinentes controles en las fronteras.

En tanto, en el control fronterizo de Freilassing, la policía detuvo a tres traficantes de refugiados, según informó una portavoz de las fuerzas de seguridad.

Después del restablecimiento del tráfico ferroviario, los agentes están controlando también a los pasajeros en las fronteras y estaciones próximas.

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