El teniente de alcaldesa y regidor de Bienestar Social, Trabajo, Participación y Cultura, Eberhard Grosske, ha considerado "muy malo" para la ciudad y los palmesanos que el consistorio tenga que reembolsar 5,2 millones de euros al Gobierno central y, además, ha defendido la necesidad de llevar a cabo una reforma fiscal que luche contra el fraude.

En declaraciones a los medios de comunicación tras informar sobre el programa de auxiliares de servicio a la ciudadanía, Grosske ha remarcado que en momentos de crisis económica es cuando los servicios públicos tendrían que "dar el do de pecho" porque, en caso contrario, se produciría una "espiral tremenda".

Así, ha reconocido que devolver estos 5,2 millones de euros supondrá un "problema" para el consistorio y para el regidor de Hacienda, Función Pública, Innovación e Interior, Andreu Alcover, quien "debe estar que no duerme".

Según ha explicado el teniente de alcaldesa, para "tener más dinero" en época de crisis no queda "más remedio" que llevar a cabo una reforma fiscal y, en este sentido, ha abogado por luchar el fraude fiscal porque hay "un montón de gente estafando" y los propios trabajadores "tributan más que los empresarios".