Los trece taxistas con licencia para operar en la estación del AVE y Larga Distancia del Camp de Tarragona han reducido este viernes su actividad y mantienen solamente los servicios mínimos en protesta por el intrusismo de conductores que captan a viajeros sin los permisos pertinentes, y en demanda de un mayor vigilancia policial para erradicar esta práctica.

La medida ha cogido por sorpresa a los pasajeros de Renfe, que en su mayoría la desconocían, y se han registrado algunas colas en momentos puntuales por la saturación de los transportes públicos y los escasos taxis operativos.

El paro de los taxistas de Perafort y La Secuita, los únicos autorizados para recoger viajeros que llegan a la estación —los de otras localidades pueden acudir en horarios punta de gran afluencia—, ha evidenciado la división que existe en el seno del sector.

Según algunos de sus compañeros en el Aeropuerto de Reus, "ellos son los primeros 'piratas' y no tienen inconveniente en dejar sus tarjetas, recoger pasajeros y aprovechar el viaje cuando traen clientes al aeropuerto".

Los taxistas de la estación han manifestado en declaraciones a Europa Press que no les han dejado otra opción. "Llevamos tres años denunciando a personas que trabajan sin autorización, pero esto es un descontrol", han defendido. Por ello, no descartan realizar paros laborales cada viernes hasta que la administración ponga remedio al conflicto.

El presidente de la Asociación Provincial del Taxi de Tarragona, Joaquim Olivé, ha recomendado que creen un teléfono unitario para pedir los taxis, pues han detectado "cierta desinformación" entre los viajeros. Pese a respetar el paro, Olivé no se ha mostrado partidario de ello sin abrir una mesa de negociación.