Los hospitales de Gaza declaran el estado de emergencia por falta de electricidad

  • La única planta de electricidad cerró por falta de combustible.
  • Advierten de un desastre humanitario como resultado del apagón.
  • La clausura, con motivo de la jornada sabática, del paso fronterizo por el que entra el fuel desde Israel agravó la carencia de combustible.
Un campamento de la ONU en Gaza que suple la carencia médica de los hospitales.
Un campamento de la ONU en Gaza que suple la carencia médica de los hospitales.
EFE
Un campamento de la ONU en Gaza que suple la carencia médica de los hospitales.

Los hospitales de Gaza capital declararon este domingo el estado de emergencia por falta de electricidad, después de que la única planta de la franja palestina cesase su actividad por no disponer de combustible, informaron fuentes oficiales.

Los cuatro centros hospitalarios de la ciudad temen tener que parar sus servicios debido a los largos cortes de suministro eléctrico, de doce horas al día, informó el portavoz de los servicios de emergencia, Moawiya Hasanein.

Hasanein advirtió de un desastre humanitario como resultado del apagón y señaló que los servicios de salud están sufriendo un serio deterioro, sobre todo las maternidades, unidades de cuidados intensivos, incubadoras y la atención de pacientes de diálisis.

"El sector de la salud depende de generadores, si cada dos por tres se corta la electricidad, aunque sea durante cinco minutos, podría causar decenas de muertes, incluidas las de niños y pacientes en condición crítica en el quirófano", dijo el portavoz según la agencia palestina "Maan". La única planta eléctrica de Gaza, que cubre un tercio del consumo de la franja, dejó de funcionar ayer, sábado, en medio de una ola de calor en la región, por falta de combustible industrial.

Agujero en los presupuestos

La clausura, con motivo de la jornada sabática, del paso fronterizo por el que entra el fuel desde Israel agravó la carencia de combustible, que tiene su origen en una disputa administrativa desde hace meses entre los dos Gobiernos palestinos paralelos: el de Hamás, en Gaza, y el de la Autoridad Nacional Palestina, vertebrado por Al-Fatah, en Cisjordania.

Ambos ejecutivos se acusan mutuamente de la situación, que ha dejado a Gaza en los últimos meses con entre seis y doce horas al día de suministro eléctrico. La ANP asegura que la administración islamista no paga la electricidad y deja un agujero presupuestario que luego toca cerrar al de Cisjordania.

Hamás defiende, por el contrario, que ha enviado las facturas al Gobierno de Ramala, al que acusa de haber incumplido un compromiso de hacerse cargo del pago del fuel industrial para la planta eléctrica, que la Unión Europea dejó de subvencionar el año pasado.

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