Así, en Sevilla, por ejemplo, en enero deberían caer 65 litros por metro cuadrado, y nos tendremos que conformar con entre 39 y 58 litros.

Sigue pues la misma tendencia que el año pasado, en el que en Sevilla llovió un 56% por debajo de la media de lluvias entre 1971 y 2000.

«Si nos fiamos de la predicción meteorológica, lo mejor es no sembrar», dice Miguel López, Secretario General de COAG. Eduardo Martín, coordinador de los servicios técnicos de Asaja-Andalucía, explica que si no llueve «muchos cultivos de secano no saldrán adelante y los de regadío no tendrán agua. Por tanto, habrá que importarlos». Cereales y remolacha serán los cultivos más perjudicados en la región.

Los ganaderos también sufrirán las inclemencias del tiempo. Ante la falta de pasto, tendrán otra vez que invertir en piensos para mantener al ganado, como ya ocurrió el año pasado.

2005, un año complicado

«Annus Horribilis» (año horrible). Así definen en Asaja y COAG el año que se va. La culpa es de la sequía y las heladas caídas; los brotes de lengua azul y gripe aviar; la subida del gasóleo y la reforma de algunos cultivos que, como la remolacha, tendrá que reducir su producción al 50%.

En 2005, la superficie total de cultivos de secano de Andalucía que se ha visto afectada por la sequía ha sido de 866.368 hectáreas, correspondiendo la mayor parte a trigo, girasol y cebada.

El número total de animales para los cuales ha sido necesario tomar medidas excepcionales asciende a más de cuatro millones de cabezas, según la Junta.