Horas después de que se conociera, este pasado domingo, la noticia del decapitamiento de un ciudadano francés a manos de un grupo de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), el Gobierno español ha dicho que los cooperantes españoles que fueron secuestrados en Mauritania "están bien".

En otra nota emitida por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación en nombre del Gobierno, se califica de "brutal crimen" la ejecución del rehén galo y se informa, asimismo, de que el Gobierno español "continúa con sus esfuerzos para conseguir la liberación de los rehenes españoles".

AQMI mantiene secuestrados desde el pasado 29 de noviembre a dos cooperantes españoles, Roque Pascual y Albert Vilalta. No obstante, la célula que los mantiene en cautiverio es distinta a la que retenía al ciudadano francés, confirmó el viernes pasado la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

Por otra parte y en la misma nota, el Gobierno español manifiesta "todo su apoyo" al presidente y Gobierno francés, "reitera su plena solidaridad con Francia en la lucha contra la violencia terrorista" y "reafirma su compromiso con la defensa de la libertad y seguridad" de sus ciudadanos.

España no variará su estrategia

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha afirmado este lunes que el asesinato del rehén francés no hará cambiar la estrategia española respecto a los cooperantes españoles secuestrados en Mauritania.

"Tenemos el mismo compromiso que siempre y la misma estrategia" ha señalado el titular de Exteriores tras reiterar la "solidaridad" de España con el gobierno francés por un acto que ha tachado de "inaceptable". Moratinos ha señalado que el asesinato es una muestra de los "desafíos a la estabilidad y la seguridad" creciente en la zona del Sahel y sobre la que la UE puede jugar un "importante papel".