Formentera, un paraíso cercano

La isla balear de Formentera bien puede ser para muchos sinónimo de paraíso. Con sus hermosas playas, sus indispensables chiringuitos y su buen clima es sin duda un lugar dedicado al descanso y a la diversión veraniega, pues ofrece a los visitantes numerosas actividades que permiten disfrutar de unas completas vacaciones en las que deporte, cultura y entretenimiento van de la mano.

El mar es una de sus principales atractivos, no sólo por sus calas y sus playas, como Estany des Peixo o Ses Illetes, sino por la variedad de deportes que se pueden practicar en ellas. Desde los clásicos buceo, navegación y esquí náutico, hasta kayak, parasailing o surf y múltiples variantes del mismo.

Formentera es un lugar turístico por excelencia, por lo que la isla ofrece todo tipo de comodidades para familias, parejas y solteros, que podrán divertirse gracias a la variedad de bares, restaurantes y disfrutar de un vivo ambiente nocturno en discotecas y pubs.

Pero además, Formentera ofrece gran variedad de atractivos culturales y monumentales, y qué mejor que conocerlos acompañados por un buen guía. Un claro ejemplo es el castillo romano de Can Blai, creado en el siglo III d.C. y restaurado recientemente y que ofrece unas vistas privilegiadas del área marítima que se extiende a ambos lados de istmo.

La magia que desprende de su entorno, con sus faros y acantilados, causa una admiración vertiginosa, otra de las poderosas razones para acudir a Formentera: que posee unos paisajes formidables. En este mismo sentido su flora, su fauna o los molinos que se conservan en la isla llaman la atención. La paz y el sosiego es la sensación más habitual. Un tiempo que parece que se detiene.

La torre des Garroveret, la iglesia de San Francisco Javier, la torre de Gavina o el sepulcro megalítico más espectacular de las Islas Baleares, Ca na Costa, son otros lugares que conviene visitar para disfrutar de la arquitectura histórica de esta paradisíaca isla. Su gastronomía tiene como protagonista el pescado, al que saben sacar una utilidad asombrosa. Un dulce tradicional es el panellet, y disponen de producción propia de vinos y licores, como el de hierbas y el de palo.