Según el trabajo, más de la mitad de las organizaciones estudiadas han obtenido al menos el 50% de sus ingresos a través de subvenciones o ayudas públicas.

Los casos más graves son los de la Federación Valenciana de Discapacitados, CEAR o la Fundación del Movimiento Ciudadano Antisida, tres ONG cuya financiación a través de ayudas públicas ronda el 100%.

En el lado de las que menos ayudas públicas reciben merece destacar, además de las cuatro organizaciones ya señaladas, a REMAR, Fundación Intervida, ANESVAD y la Fundación Vicente Ferrer, cuyos ingresos privados suponen más del 90% del total de sus presupuestos.

Cruz Roja, la que más socios tiene

Cuantos más socios tiene una ONG, menor dependencia suele tener de las ayudas públicas. En este apartado, la Cruz Roja es la más destacada, seguida a gran distancia de la Fundación Intervida y de Médicos Sin Fronteras. Esta es la lista de las principales:

Cruz Roja también es la que más voluntarios cuenta en sus filas (171.688 personas) y la que mayor presupuesto dispone para sus actividades (373 millones de €), más del doble que Cáritas, y cinco veces más que la Fundación Intervida, la tercera de la lista.

Poca transparencia

Además de depender excesivamente de los poderes públicos, una cuarta parte de las ONG analizadas no hace públicos sus gastos de administración y gestión, un dato importante ya que "cuanto menor sea el porcentaje de gasto que estas organizaciones deben dedicar para su propia estructura, más eficiente será la gestión de su presupuesto porque más dinero podrá dedicarse directamente a la consecución de sus objetivos", explica el informe elaborado por Consumer, fundación perteneciente al Grupo Eroski.

En la lista de organizaciones no gubernamentales que no declaran cuánto gastan en su propio funcionamiento están algunas tan destacadas como el Movimiento contra la Intolerancia, DYA, la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción o la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer.