La avenida de Salamanca de Valladolid, con un diseño "muy urbano", abre al tráfico tras una inversión de 10,4 millones

Silván dice que hoy es un "día grande" para la ciudad y que la obra es un "ejemplo de colaboración" entre administraciones

La avenida de Salamanca de Valladolid ha abierto hoy al tráfico con un diseño "muy moderno y muy urbano" tras la conclusión de la segunda fase de las obras llevadas a cabo con un presupuesto de 10,4 millones de euros, de los que 4,3 millones fueron aportados por las consejerías de Justicia e Interior y Fomento.

"Todo llega y en plazo", aseguró el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, quien consideró que la de la avenida de Salamanca es una obra "fundamental" para la ciudad y que, sumada a la apertura de la Ronda Exterior Sur, posibilitará "aliviar" el tráfico aunque no hará desaparecer los embotellamientos "en hora punta".

El alcalde, quien reiteró que la sincronización de los semáforos permitirá atravesar la vía "sin hacer ni una sola parada" y respetando los límites de velocidad, realizó hoy una visita a las obras acompañado por los consejeros de Fomento y de Interior y Justicia, Antonio Silván Rodríguez y Alfonso Fernández Mañueco, a quienes agradeció la aportación realizada por cada uno de los departamentos —tres millones y 1,3 millones, respectivamente—.

Tras recordar que las lluvias caídas en los últimos meses imposibilitaron que las obras concluyeran antes del plazo establecido, el regidor vallisoletano cifró en 10,4 millones la inversión realizada, cuantía que sufrió un "ligero modificado" por los hallazgos de una antigua fábrica descubiertos en la plaza de San Bartolomé y la ubicación de los colectores.

Respecto a este último aspecto, desde el Consistorio recordaron la construcción de dos nuevos: uno a la altura de la calle Padre José Acosta, junto al túnel —requirió como trabajo previo el desvío de numerosas líneas de Iberdrola que conectan distintos puntos de la ciudad con la subestación de La Olma— y otro que sustituye al existente en la Plaza de San Bartolomé —la ejecución de este último se ha visto dificultada por la presencia de redes subterráneas de las distintas compañías suministradoras y por el mencionado hallazgo—.

El tramo reformado, cuyas obras contaban con un plazo de ejecución de 16 meses, tiene una longitud de casi 2.500 metros —llega hasta el inicio de la Avenida de Burgos— y ha contemplado la redimensión de la calzada, con una nueva mediana central y la ampliación de las aceras así como la prolongación del carril bici hasta el Paseo de Extremadura para enlazar con el ya existente —sólo se ubicará en la margen izquierda para ambos sentidos—.

Por tanto el diseño de la obra, ejecutada por la UTE Ferrovial-Agroman-Zarzuela desde marzo de 2009, da continuidad al existente en el primer tramo, que abarcó el límite con Arroyo de la Encomienda y la calle Francisco Mendizábal, y se caracteriza por la ampliación de las aceras sobre pavimento de loseta de hormigón, el trazado de carril bici, la reducción de las medianas y la creación de un tercer carril en las calzadas justo inmediatamente antes de las intersecciones con el fin de aligerar el tráfico de vehículos al atravesar los semáforos.

Durante la visita, León de la Riva destacó la plantación de más de 500 árboles —se han ampliado las aceras con alcorques— hasta conseguir un diseño "muy moderno y muy urbano" en la avenida, cuyas obras se programaron en cinco fases.

El túnel

La segunda fase de las obras conllevó la construcción de un túnel de unos 350 metros y cuyo diseño se adoptó como solución a distinto nivel para salvar el cruce entre el eje Sánchez Arjona-Padre José Acosta y la Avenida de Salamanca.

En este sentido, el consejero de Fomento, Antonio Silván, cifró en más de 62.000 los vehículos que, a diario, atraviesan ese eje, por lo que el túnel permitirá aligerar el tráfico en ese punto.

"Hoy es un día grande para Valladolid", consideró Silván, quien añadió que la puesta en funcionamiento de la vía, "ejemplo" de colaboración entre administraciones, "garantiza" tanto la accesibilidad como la movilidad de los ciudadanos tanto en el interior como en el exterior.

Cabe recordar que la calzada en sentido Burgos permanece abierta desde hace un mes mientras que la de sentido Tordesillas ha quedado abierta hoy, al igual que las vías aledañas, aunque en los meses de julio y agosto se realizarán pequeños remates vinculados a la jardinería.

Como mobiliario urbano cabe reseñar la instalación de bancos, papeleras y vallas de protección de las aceras en las intersecciones, además de la renovación del alumbrado público con el mismo diseño que en el primer tramo y la red de riego para atender las zonas verdes y los alcorques.

Desde 2005, el Ayuntamiento de Valladolid ha desarrollado sendos proyectos para la conversión de la Avenida de Salamanca y el tramo inicial de la Avenida de Burgos en vía urbana y con un diseño diferente al de travesía, lo que ha supuesto una inversión próxima a los 20 millones de euros para un tramo de 5,4 kilómetros.

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