El aeropuerto de Reus (Tarragona) ha cerrado el proceso de modernización total de sus instalaciones tras una inversión de 85 millones de euros en cinco años, lo que le ha permitido duplicar su capacidad hasta los tres millones de pasajeros, ha explicado el presidente de Aena, Juan Lema.

La nueva zona de embarque ha entrado este viernes en servicio con seis puertas de acceso a los aviones, tres más que en el edificio original —un recinto provisional prefabricado—, y dos áreas comerciales.

La inversión global alcanza los 20 millones de euros, e incluye también el edificio de facturación con 23 mostradores —ya operativo desde noviembre de 2008—, la remodelación del patio de 'carritos' cubierto y dos hipódromos de gestión de equipajes.

El director del aeropuerto, Vicenç Pallarès, ha explicado a Europa Press que de momento se mantendrá operativa la zona provisional, con otras seis puertas de embarque, "para atender las puntas de demanda en las mejores condiciones", aunque ha reconocido que bastará con el área recién inaugurada, de 4.700 metros cuadrados, para absorber el flujo actual de viajeros.

También han finalizado las obras de ampliación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves, que eleva su capacidad de cinco a 18 aviones, 12 de aviación comercial y seis corporativos. Además, se ha construido un nuevo carril de conexión con una de las cabeceras de la pista.

La secretaria de Estado de Transportes, Concepción Guitérrez, ha avanzado que las futuras inversiones comprometidas en el Plan Director del aeropuerto se estudiarán "en función de cómo evoluciona la demanda, y si aumenta significativamente".

Fuentes de Aena han interpretado estas declaraciones como la ralentización, que no el olvido, del impulso del futuro aeropuerto de Reus, que requeriría una inversión superior a los 200 millones de euros.

A corto plazo, han sido adjudicadas las obras de pavimentación de los márgenes de la pista, la adecuación de los carriles de rodaje, y la ampliación de una zona de espera previa al despegue.