Greenpeace remarca que Baleares es la región que más territorio de costa ha ocupado en la última década (41,4%)

Greenpeace denuncia que la destrucción de la costa en Baleares "ha sido demoledora" con las características naturales del archipiélago durante los últimos diez años, dado que es la región de España que más territorio ha ocupado en la última década con un 41,4%.

Greenpeace denuncia que la destrucción de la costa en Baleares "ha sido demoledora" con las características naturales del archipiélago durante los últimos diez años, dado que es la región de España que más territorio ha ocupado en la última década con un 41,4%.

Además considera que la ampliación del puerto de Ibiza es "innecesaria" y representa una "grave amenaza" para los ecosistemas marinos motivando el interés de la UNESCO sobre las consecuencias de de este proyecto. También censura que el Ayuntamiento de Calvià continúe con sus pretensiones de hundir una fragata militar junto a las islas Malgrats y reclama al consistorio que deje de recurrir a la Audiencia Nacional la negativa del Ministerio de Medio Ambiente a esos planes.

Así lo expone la última edición del informe 'Destrucción a toda costa' que recopila una evolución de los diferentes estudios realizados por la ONG y las consecuencias del desarrollo urbanístico en el entorno medioambiental de las comunidades. De hecho, tras diez años vigilando el litoral, destaca que "el urbanismo salvaje, la construcción de infraestructuras y la contaminación han destruido en las últimas dos décadas en la costa española la superficie equivalente a ocho campos de fútbol al día".

El estudio incluye datos del impacto urbanístico en las islas y señala que sólo entre el año 2000 y 2002 se presentaron 31 proyectos para pavimentar 26.458 metros de costa y que en 2007, en "el cénit de la burbuja inmobiliaria", se proyectaba la construcción en la costa balear de 171.900 viviendas, 21 campos de golf y cinco nuevos puertos deportivos o ampliaciones para 2.092 amarras.

Por otro lado, el estudio revela que dos años más tarde "se cementaban" en Baleares 1,4 hectáreas de territorio al día, una cifra que a juicio de Greenpeace resulta "desproporcionada" si se tiene en cuenta que más del 40% de las viviendas de esta comunidad están vacías la mayor parte del año.

Este informe se muestra también crítico con el ex presidente del Govern y ex ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, al que achaca que, bajo un supuesto impulso del turismo, aumentaran las emisiones de C02 y la mala gestión de los residuos generados en la comunidad.

"El legado del paso del ex ministro de Medio Ambiente por el Govern balear también incluye la reforma de leyes como la Ley de Espacios Naturales para permitir la construcción de viviendas unifamiliares en espacios protegidos o la posibilidad de recuperar la condición de urbanizables de aquellos espacios costeros que limitaban al menos en un 50% con suelos urbanos. También hizo desaparecer la moratoria sobre nuevos campos de golf en las Pitiusas y la moratoria urbanística que se aplicaba desde hacía tres años", sostiene el estudio de Greenpeace.

La justicia actúa

No obstante, el informe elaborado por la ONG destaca que la actuación de la Justicia en tramas urbanísticas, como la acaecida en Andratx, "han supuesto un punto de inflexión sobre la impunidad que se estaba viviendo en las islas". Como ejemplo de ello, Greenpeace recuerda que si en 2007 había 16 casos de corrupción en Baleares, en 2009 eran 79 los casos detectados.

Otro de los aspectos que critica el estudio es que el Ministerio de Fomento "no ha cumplido" sus promesas de racionalizar los proyectos de puertos o aplicar la sostenibilidad en la ampliación de los mismos. Al respecto, indica que en la última década la ampliación de los puertos de Palma, Ibiza o Maò ha sido constante.

En esta materia, Greenpeace también critica "la fiebre imparable" de los puertos deportivos y resalta que, con 1.428 kilómetros de costa, las islas acumulan el 12% de la oferta total de amarres de barcos de todo el mediterráneo. Como dato, se indica que tan sólo en Mallorca existían en 2005 cerca de 13 proyectos de instalaciones náutico-deportivas y la previsión de la Ley de Puertos de Baleares señalaba como previsión en 2006 de casi 5.000 nuevos atraques.

Consecuencias en el ecosistema balear

Sobre las consecuencias de esta evolución en el ecosistema, la ONG advierte del impacto del cambio climático en el litoral balear y recalca que los últimos datos prevén una subida del nivel del mar en 20 centímetros en esta cosa, lo que significará un retroceso de la línea de costa de 15 metros para el año 2050.

Además, sostiene que el último informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) "augura mayores sequías, huracanes y grandes temporales para el archipiélago balear", unos datos que a juicio de Greenpeace debe hacer reflexionar a las instituciones.

Por otro lado, el informe de esta organización asegura que el crecimiento urbanístico mal planificado ha tenido su efecto en la contaminación de las aguas. Según este estudio, Mallorca ha sido la que "mayor intensidad ha padecido" los problemas de una mala depuración de aguas residuales que ha tenido un reflejo directo en las playas.

Además, Greenpeace entiende que las islas pitiusas también presentan problemas crónicos en esta materia con "numerosos vertidos" de aguas residuales de núcleos urbanos no conectados a las redes de saneamientos.

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