Cuatro trabajadores senegaleses resultan heridos tras una agresión racista en Álava

  • Ha sucedido en un polígono de Lantarón (Álava).
  • Sus agresores habían sido despedidos por su actitud xenófoba.
  • Dejaron a uno herido de gravedad, aunque evoluciona favorablemente.

Cuatro senegaleses han resultado heridos, uno de ellos de gravedad, al ser agredidos por varias personas en las inmediaciones de una empresa de la localidad alavesa de Lantarón, en la que también trabajaban dos de los presuntos agresores, que habían sido despedidos por su actitud racista.

El departamento vasco de Interior ha precisado que los hechos ocurrieron sobre las seis de la tarde del pasado miércoles, cuando los cuatro senegaleses salían de su trabajo, en la empresa siderúrgica Curvados Quintín, ubicada en el polígono industrial de Lantarón.

Al parecer, en el exterior de la fábrica les esperaban varios individuos, entre ellos un joven a quien reconocieron y que esa misma mañana había sido despedido por la dirección de la empresa junto a su padre por su presunta actitud "xenófoba" hacia sus compañeros senegaleses.

Fuentes de esta empresa han explicado que los dos trabajadores despedidos habían protagonizado diversos incidentes motivados por una actitud de "desprecio" hacia los trabajadores africanos "debido al color de su piel".

Los dos despedidos, junto a varias personas, esperaron a los senegaleses y rajaron las cuatro ruedas del coche de uno de los empleados africanos, con lo que trataron de impedir que pudieran marcharse a Miranda de Ebro (Burgos), donde residen.

Seguidamente empezaron a golpearlos y uno de los senegaleses resultó herido de gravedad al recibir un fuerte golpe en la cabeza, propinado al parecer con una barra de hierro.

Los cuatro africanos heridos tuvieron que ser trasladados al hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, donde quedó ingresado el herido de mayor gravedad, quien aún permanece en este centro hospitalario, aunque evoluciona favorablemente.

Los otros tres trabajadores, que sufrían distintas lesiones, fueron dados de alta ese mismo día, según ha precisado la Ertzaintza.

Una de las víctimas presentó una denuncia ante la Policía vasca por un presunto delito de lesiones, lo que ha dado lugar a la apertura de diligencias policiales, y la autoridad judicial ya ha sido informada de estos hechos, ha indicado Interior.

Fuentes de la empresa siderúrgica han explicado que la decisión de despedir a los dos empleados, uno de los cuales, llevaba seis meses trabajando en esta planta, mientras que su padre fue contratado hace sólo un mes, fue la "acumulación" de incidentes con los cuatro obreros senegaleses.

La relación laboral de las cuatro víctimas con esta fábrica era más prolongada, ya que uno de los senegaleses fue contratado hace seis años, y dada su "seriedad" y responsabilidad en el trabajo, la empresa fue contratando posteriormente a los otros tres familiares suyos, quienes se han distinguido por su "excelente" actitud laboral.

Curvados Quintín S.L. ha expresado su "total apoyo" a los trabajadores agredidos y les ha ofrecido asesoría jurídica ante estos hechos, que considera absolutamente reprobables.

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