Facilidades al capital privado y despolitización en la Ley de Cajas

  • El Gobierno ha aprobado este viernes la reforma del sector.
  • Amplía al 50% la presencia de inversores, que tendrán participación en la dirección.
  • Las fusiones reducen de 45 a 18 el número de entidades.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
EFE
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El panorama de las cajas de ahorro se aclara cada vez más tras las fusiones de todo tipo de las últimas semanas y la aprobación este viernes de la reforma de la ley por la que se regulan. El cambio legislativo supondrá una disminución del peso político en sus órganos de dirección y facilita la entrada de capital privado.

La ministra Elena Salgado ha destacado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el proceso de restructuración de cajas "ha aportado fortaleza" al sistema financiero español.

Así, el texto del Gobierno que se ha aprobado mediante un decreto ley, contempla que las cajas de ahorro puedan emitir cuotas participativas –un concepto equivalente al de las acciones en una sociedad anónima–, otorgando además a sus compradores un poder de decisión proporcional a su peso en el capital. Pero la participación privada tiene un límite, fijado en el 50%, para evitar la "desnaturalización" de las entidades, según dijo este jueves el presidente Zapatero. Hasta ahora, la participación de un inversor no podía superar el 5%.

Con esta medida se quiere reforzar la capitalización de las cajas. Es decir, que puedan obtener financiación privada en igualdad de condiciones con el resto de entidades financieras. Hasta ahora la capitalización ha sido uno de los problemas más importantes del sector. De hecho, el reciente proceso de fusiones –ya sea fría (SIP) o convencional– con las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), se orientaba a este fin.

Sin duplicar cargos

La otra de las principales novedades adelantada este jueves es la (relativa) despolitización de sus órganos rectores: "Para profesionalizarlos, se limitará la presencia de representación política en las entidades, prohibiendo que cargos electos y miembros de la Administración ejecutiva puedan ser miembros de sus órganos de gobierno", aseguró Zapatero.

Ahora, uno de cada cuatro miembros son políticos en activo, lo que generaba problemas de gestión y conflictos de intereses, pero no se le ponía remedio. Esta vez, con esta "reforma de calado" –como la calificó Zapatero– se puede por fin lograr, además con el consenso de la oposición: el líder del PP, Mariano Rajoy, dijo este jueves que la reforma "coincide mucho" con su postura, aunque criticó las formas del Gobierno hacia su partido. Tras todos estos cambios, el panorama del sector queda muy diferente a como estaba hace sólo un año. Entonces había 45 entidades y ahora quedarán sólo 18. En 1990 había casi el cuádruple: 64 cajas.

De las 18 cajas que seguirán operando, 12 son fruto de las fusiones y otras seis –Caixa Pollensa, Caixa Ontinyent, BBK, Kutxa, Caja Laboral e Ibercaja– se mantienen, por el momento, independientes. Hay también dos intervenidas: Caja Castilla-La Mancha, que se integrará en Cajastur y a través de ella se integrará en la tercera mayor entidad del sector; y CajaSur, por la que pujan otras seis, con las andaluzas Cajasol y Unicaja a la cabeza. Pero estos cambios no serán sencillos. Las previsiones del Banco de España son que se reduzca entre el 10% y 30% el número de sucursales (a finales de 2009 había 24.252) y entre el 11% y el 27% la cifra de empleados (132.340 en 2009).

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