La actriz Angelina Jolie dice que los seis hijos que tiene con Brad Pitt no aseguran la felicidad en la pareja, sino "el interés que siente el uno por el otro".

En declaraciones al próximo número de la revista Parade, de las que hoy recoge un avance la prensa estadounidense, la actriz, que el día 23 estrena en EEUU el filme de espionaje Salt, se mostró mucho más abierta de lo habitual sobre la relación que mantiene con Pitt.

"Los niños realmente nos fortalecen, pero una relación no se mantiene si sólo se basara en eso", dijo la protagonista de títulos como Lara Croft o Wanted. "También tienes que tener un gran interés por el otro y disfrutar de un tiempo maravilloso juntos", añadió.

Jolie, que comenzó su relación con Pitt en 2005, dio a luz a los mellizos Vivienne y Knox en julio de 2008 en una clínica de Niza (Francia), y tiene otra hija biológica con el actor, Shiloh Nouvel Jolie-Pitt, nacida en 2006 en Namibia.

Además, la intérprete tiene tres niños adoptados: Maddox, de 6 años y de Camboya; Zahara, de 3 años y de Etiopía; y Pax, de 4 años y de Vietnam, posteriormente adoptados también por Pitt.

"A Brad y a mí nos encanta estar juntos. Lo disfrutamos de verdad. Lo necesitamos, y siempre encontramos ese tiempo especial. Permanecemos conectados. Hablamos sobre ello. Es muy importante", manifestó Jolie, quien habló sobre lo que es la felicidad para ella.

"Si Brad y yo permanecemos fuertes y contentos, entonces nuestros hijos tienen unos padres felices, y eso es lo mejor que les podemos dar. Brad me conoce perfectamente, exactamente cómo soy, cada parte de mí. Me quiere. Los niños me quieren. Saben mis virtudes y mis errores. Y los aceptan. Así me siento completa", comentó.

Jolie desveló que Pitt se encarga de llevar a los niños a la escuela y que suele llevarlos de visita a los rodajes. "Estamos juntos todo el tiempo. Hacemos planes y nos tomamos tiempo libre entre las películas para viajar, disfrutar de grandes experiencias y hacer cosas juntos. Así es como hacemos que funcione", indicó.

La actriz añadió que desde que comenzaron la relación nunca han pasado más de tres días separados, y que Pitt le ha reportado la calma que anheló durante años.

"Solía cortarme o saltar desde aviones, intentando descubrir cosas nuevas porque todo lo demás me parecía demasiado fácil. Buscaba algo más profundo. Lo intenté todo. Siempre me sentí enjaulada. Siempre tuve demasiada energía para la habitación en la que estaba encerrada", declaró.