La jornada intensiva, propia del verano en muchas empresas, aumenta la motivación de los empleados, ya que pueden dedicar más tiempo a su vida personal. Y además, ayuda a optimizar el tiempo y la realización de las tareas, por lo que también beneficia a los empresarios, según los datos de una encuesta realizada por la empresa de recursos humanos Randstad.

Aunque muchas empresas ya la han puesto en marcha durante junio, el primero de julio marca el inicio de la jornada intensiva en la mayoría de compañías que optan por esta modalidad.

Generalmente, la impulsan aquellas que creen que no se verá mermado su servicio. La encuesta realizada entre 1.066 personas señala que el 55% de los trabajadores considera que una jornada intensiva aumenta la productividad; un 33,2% cree que no la modifica y un 11,7% opina que la reduce.

Las personas con empleo son las que se muestran más a favor de flexibilizar la jornada laboral con motivo de la llegada del verano. El 66% de los consultados que está trabajando afirma que la jornada intensiva aumenta la productividad. De la misma opinión es el 40,8% de los parados.

Como ya ha salido en sondeos anteriores, las medidas relacionadas con la conciliación laboral y familiar tienen el apoyo mayoritario (65,5%) de los candidatos con estudios universitarios. Este porcentaje es algo menor (54,3%) en el caso de las personas con bachillerato. Entre los titulados Formación Profesional llega al 51% y en las personas con estudios básicos, el 48,2% está a favor de las medidas de conciliación. Este aspecto es más valorado por las mujeres, un 59,4%, que por los hombres, el 50,3%.