Un juez a favor de Darwin

En la pelea que actualmente se desarrolla en las escuelas de Estados Unidos entre las teorías de la evolución y la del Diseño Inteligente, que plantea la intervención de una inteligencia superior, Charles Darwin ha ganado un punto: Un juez ha fallado que el diseño inteligente no puede enseñarse en las clases de biología.

De acuerdo información del diario The New York Times, de la cadena británica BBC, la sentencia del juez John E. Jones III indica que los miembros de la junta de Educación del distrito de Dover, en Pennsylvania, violaron la Constitución de EEUU cuando ordenaron que los programas de los colegios incluyeran nociones sobre la teoría del diseño inteligente, según la cual la vida es muy complicada para evolucionar por sí misma y fue creada por una inteligencia superior.

Once padres de familia llevaron a los juzgados a la junta de Educación bajo el argumento de que la teoría del diseño inteligente es, de hecho, creacionismo, lo que está prohibido por sus raíces religiosas. La Constitución estadounidense garantiza una separación entre la Iglesia y el Estado y la educación laica en la educación pública.

“No es ciencia”

Para el juez Jones, el diseño inteligente no es científica “y no puede separarse de sus antecedentes creacionistas, y por tanto, religiosos”.

Por lo tanto, los ciudadanos han sido “pobremente atendidos” por los miembros de la junta de Educación que votaron por la nueva teoría.

“Encontramos que los motivos seculares que argumenta la junta esconden los propósitos reales, que es enseñar religión en las escuelas públicas”, indica la sentencia

“Nuestra conclusión es que es inconstitucional enseñar la teoría del diseño inteligente como una alternativa a la evolución en la clase de ciencia de una escuela pública”, explica el juez en la sentencia, de 139 páginas.

“Lagunas inexplicables” en Darwin

La junta de Dover había ordenado que los estudiantes del distrito conocieran nociones de la teoría del diseño inteligente en la clase de Biología antes del noveno grado.

La orden decía que la teoría de Darwin “no era un hecho probado” y que tenía “inexplicables lagunas.

Muchas son las escuelas y autoridades educativas en EEUU que rechazan las teorías de Darwin y prefieren el diseño inteligente, una reinterpretación de las enseñanzas bíblicas que tiene su guía en un texto llamado De pandas y personas.

Varias juntas de educación del país estaban pendientes de este fallo para ver si estarían autorizados a enseñar la teoría del diseño inteligente junto a la de la evolución.

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