Cumbre del G20 en Canadá: consenso sobre los fines pero diferencias en los métodos

  • Por un lado, consenso sobre una tasa bancaria, pero libertad para aplicar "distintos planteamientos" por cada uno de los países.
  • Sobre el déficit: reducción para 2013 ajustada a cada necesidad.
  • ZP ha pedido regulación, supervisión y corresponsabilidad.
  • El G-8 emitió un comunicado crítico con Irán y Corea del norte.

El G20 considera que el sector bancario debe pagar por el coste en el que incurren los Gobiernos cuando acuden a su rescate, si bien da libertad a los países para establecer una tasa bancaria con ese fin.

El G20 reconoce que existen "distintos planteamientos" para hacer que la banca "contribuya de manera justa y sustancial" a su propio rescate, y afirma que uno de ellos, aunque no el único, es el polémico impuesto bancario.

Esta tasa, que ya ha sido establecida por algunos países, se había convertido en uno de los puntos de mayor discrepancia del G20, por la dura oposición mostrada por los países emergentes y también por Canadá, anfitrión del encuentro.

En general, las naciones en desarrollo argumentaban que sus sistemas bancarios no habían sido el germen de la grave crisis internacional registrada en 2008 y 2009, y que por tanto no tendrían que pagar por un rescate que no ha ocurrido.

El comunicado final de este domingo del G20, reunido en Toronto, sigue la línea de lo dicho este sábado y salva las diferencias dejando a cada país la posibilidad de abordar sus propias medidas, siempre y cuando queden "protegidos los contribuyentes", permita "reducir los riesgos del sistema financiero" y no provoque "restricciones en el crédito".

No obstante, deja claro que el sector financiero "debe hacer una contribución justa y sustancial para pagar la carga asociada a las intervenciones de los gobiernos". "Estamos comprometidos -dice el borrador del comunicado - a diseñar y poner en marcha un sistema que nos dé las herramientas para resolver todos los tipos de crisis financieras, sin que los contribuyentes tengan que soportar, en último extremo, toda la carga".

La fecha clave para el déficit: 2013

El G20 apoya, por otro lado, las negociaciones que hay en marcha a nivel internacional en el Comité de Basilea para reforzar el capital de la banca, lo que se conoce como "Basilea III", y que obligará a la banca a contar con capital y recursos propios más saneados, y también a dotarse de una mayor liquidez. Con las nuevas exigencias, dice, los bancos "serán capaces de soportar, sin el apoyo extraordinario de los Gobiernos, las presiones asociadas a las crisis financieras".

El G20 anima a los gobiernos a continuar con las reformas de sus sistemas financieros, tal y como se acordó en las cumbres de Washington, Londres y Pittsburgh. Pide que se imponga "de una manera consistente y no discriminatoria", una mayor regulación a los mercados, a las agencias de calificación y a los fondos de alto riesgo.

Por otro lado, el G20 también ha acordado una consolidación fiscal "diferenciada y ajustada a las circunstancias nacionales" de los países según la copia del borrador. Este refleja el compromiso de los "países desarrollados" del G20 de reducir el déficit "al menos a la mitad" para el año 2013 y de "estabilizar o reducir la deuda gubernamental como porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) para el año 2016.

Tensiones por la austeridad

El tema de la austeridad fiscal ha provocado tensiones en el seno del G20 que hasta ahora había dado muestras de una gran cohesión y que actuó al unísono a la hora de implementar medidas de estímulo económico para salir de la crisis.

EE UU y los emergentes abogan por mantener ciertas medidas para reactivar la economía y advierten que la repentina retirada de los paquetes de estímulo que se aprobaron durante la crisis podría frustrar la todavía frágil recuperación. Europa, por su parte, considera que el tiempo de los estímulos ha pasado y ha llegado ya el momento de la austeridad fiscal.

El borrador del comunicado refleja esa tensión, al indicar que "el ritmo del ajuste (fiscal) debe calibrarse cuidadosamente para sostener la recuperación de la demanda privada" y celebra, en ese sentido, "los esfuerzos realizados por China para impulsar su demanda interna".

El documento subraya que existe el riesgo de que "un ajuste fiscal sincronizado entre varias grandes economías pueda afectar de forma adversa la recuperación". Insiste también, aun así, en que "el fracaso a la hora de implementar la consolidación donde sea necesario minaría la confianza y dañaría el crecimiento".

Dado ese delicado equilibrio, el G20 se inclina por que la medida de reducción del déficit para la mitad al 2013 afecte a las economías más avanzadas del grupo. El comunicado reconoce las "circunstancias extraordinarias" de Japón y da la "bienvenida" al plan de consolidación fiscal anunciado recientemente por el país.

Zapatero: "Toca hacer los deberes"

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió hoy la necesidad de "poner deberes" al sistema financiero, abogó por la transparencia y pidió al Fondo Monetario Internacional un informe sobre posibles mecanismos para combatir las especulaciones.

Zapatero intervino en el plenario de la cumbre y, según informaron fuentes de la delegación española, instó a todos los líderes a no olvidar que el origen de la actual crisis está en el sistema financiero.

Los Gobiernos, añadió, han de hacer sus deberes, pero no pueden cerrar la página y tienen también que poner deberes a los mercados.

Tras considerar que la transparencia es "el mejor escudo" para luchar contra la crisis, abogó también por una mejor regulación, supervisión y corresponsabilidad.

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