El Congreso convalida la reforma laboral con más abstenciones que votos a favor

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conversa con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega (c), y la ministra de Economía, Elena Salgado.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conversa con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega (c), y la ministra de Economía, Elena Salgado.
ANGEL DÍAZ /EFE
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conversa con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega (c), y la ministra de Economía, Elena Salgado.

El Congreso convalidó este martes el decreto-ley de la reforma laboral con más abstenciones (173) que votos a favor (168) y con 8 votos en contra. Así, el PSOE fue el único partido que votó a favor de la convalidación.

Las abstenciones incluían la del diputado del PSOE Antonio Gutiérrez, más el PP, CiU, PNV, CC, UPN y UPyD, mientras que los 8 votos en contra correspondieron a ERC-IU-ICV, BNG y Na-Bai.

En cualquier caso, todos los grupos parlamentarios respaldaron por unanimidad que el decreto de la reforma laboral sea tramitado como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia para que se puedan introducir enmiendas en la tramitación parlamentaria.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró en el Pleno que la reforma laboral favorece directamente a más de 8 millones de parados o trabajadores con un contrato temporal, mientras que mantiene los derechos de otros 11,5 millones de asalariados.

El Pleno del Congreso votó este martes la convalidación del decreto-ley de reforma aprobado el pasado 16 de junio por el Gobierno. Según el ministro, la reforma no abarata el despido, puesto que cualquier trabajador con contrato indefinido percibirá la misma indemnización "antes y después de la reforma".

En su opinión, la reforma mejora las condiciones laborales y la capacidad competitiva de las empresas, puesto que las dota de mayor flexibilidad, lo que contribuye a incrementar la productividad de la economía. Por ello, pidió a todos los partidos que la convaliden en el Congreso porque, según dijo, sus planteamientos son equilibrados y sin merma de derechos.

La soledad del PSOE

Soraya Saenz de Santamaría, portavoz popular en el Congreso, abogó por debatir en la Cámara el decreto con el nuevo modelo laboral para conseguir que la "reforma del despido" se convierta en la reforma que fomente el empleo. Consideró que el proyecto del Ejecutivo "no soluciona problemas antiguos" del mercado de trabajo y "crea otros nuevos", por lo que "aumenta la confusión" y merma la seguridad jurídica.

Añadió que la propuesta se centra en el despido y en su abaratamiento antes que en el fomento de la contratación, y por extensión, del empleo.

Por su parte, los grupos parlamentarios de CiU y PNV declararon que la propuesta de reforma es incompleta, debe mejorarse y llega fruto del fracaso del diálogo social. Asimismo, ERC-IU-ICV votó en contra porque la norma propicia el despido exprés, es regresiva y perjudica a más de 15 millones de trabajadores.

Rosa Díez, de UPyD, dijo que la reforma no clarifica ni resuelve los problemas del mercado laboral, ya que mantiene el problema de la dualidad entre fijos y temporales, y no aborda la negociación colectiva o la cobertura de los parados que agotan su prestación

La diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, subrayó que la reforma laboral es consecuencia del fracaso del diálogo social y, desde el BNG, la diputada nacionalista Olaia Fernández Dávila denunció que la reforma es una "guerra absoluta contra el Estado del Bienestar", ya que abarata el despido y permite a las empresas desvincularse del convenio colectivo.

En el Congreso en julio y al Senado en agosto

Salvado el trámite de convalidación, la previsión del grupo socialista es aprovechar el mes de julio para acelerar al máximo el proceso, una idea que PP, CiU y PNV están dispuestos a facilitar, con lo que se sumaría la mayoría de votos suficiente en la Junta de Portavoces de la Cámara Baja para diseñar el calendario extraordinario para la Comisión de Trabajo e Inmigración.

La previsión que se maneja en el Congreso es que la primera fase del debate, en Ponencia y Comisión, se prolongue hasta finales de julio, ya que entre medias se celebrará el Debate sobre el estado de la Nación, con un Pleno extraordinario a finales de mes para debatir las enmiendas a la norma, que pasaría a continuación a debatirse en el Senado a lo largo de agosto.

Los socialistas confían en lograr un acuerdo que impida cambios sustanciales en el decreto, que ya ha entrado en vigor, a cambio de aceptar modificaciones en aspectos que no quedan explicitados en la norma original, como las condiciones que permiten a las empresas acogerse al despido de 20 días por indemnización y diversos aspectos relativos a la flexibilización de la negociación colectiva.

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