El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, considera necesario abordar la reforma del mercado laboral para su adaptación al nuevo modelo productivo y defiende que "las ganancias de productividad no se consigan con mayor jornada y salarios más bajos, sino con la innovación empresarial, la formación de los trabajadores y la aplicación de nuevas tecnologías".

Así lo plantea Griñán en un artículo que publica hoy en el diario 'El País', titulado 'Reformas compartidas' y recogido por Europa Press, en el que lamenta que se haya abierto un "debate encendido y caluroso" sobre la reforma laboral "en el que unos y otros censuran al único que le ha puesto contenidos, el Gobierno, sin aclarar, naturalmente, qué es lo que falta y qué es lo que sobra".

En su opinión, la reforma laboral debe entenderse como un "acompañamiento necesario de la estrategia de sostenibilidad" del Gobierno y su debate debe abordarse desde el análisis de "la estructura productiva que tenemos y la que queremos tener para ganar competitividad", ya que advierte de que, en caso contrario, "reducir el coste del despido, por poner un ejemplo de una medida que puede ser útil para ganar estabilidad, solo se verá como una forma más fácil de que las empresas se sigan ajustando a la evolución del ciclo económico con el tamaño de sus plantillas".

Para ello, Griñán defiende la necesidad de "alcanzar un pacto entre todas las administraciones públicas que reúna en una misma política de oferta a todos los gobiernos", ya que se muestra convencido de que ello provocaría un "efecto de aceleración enorme". "Discutamos el modelo y las medidas, para inmediatamente compartir un mismo camino. Un camino que integraría también la reforma laboral", apunta el presidente andaluz, que subraya que "la crisis ha de ser una oportunidad para revisar nuestros problemas estructurales y resolverlos con un impulso compartido".

Rigidez del sistema

"El actual sistema de relaciones laborales sigue todavía las pautas de un modelo productivo que está en un proceso de transformación. La coexistencia de lo viejo y lo nuevo hace que las reglas de juego, que pueden ser razonables en algunos casos, se conviertan en un obstáculo para la implantación del nuevo modelo o para mejorar la productividad", alerta Griñán, que señala que "los miles de convenios colectivos que se hacen cada año por encima del ámbito de la empresa vienen a expresar esta rigidez del sistema y, a veces, la fractura de un mercado laboral único que rechaza marcos autónomos o fragmentados".

En este sentido, el jefe del Ejecutivo andaluz cree que el cambio en el mercado laboral debe hacerse "impulsando de forma simultánea el cambio en la organización y en la cultura empresarial", ya que estima que para lograr una mayor vinculación de los salarios a la productividad "no basta con modificar la estructura de la negociación colectiva (que también); hay que conseguir, además, que las ganancias de productividad no se consigan con mayor jornada y salarios más bajos, sino con la innovación empresarial, la formación de los trabajadores y la aplicación de nuevas tecnologías".

"Una estrategia de sostenibilidad compartida ha de llevarnos hacia un modelo en el que las aportaciones empresariales en innovación, en mejora de la calidad, en formación de sus empleados, tengan como contrapartida una mayor disponibilidad de estos, una mayor polivalencia y, en definitiva, también, un mayor nivel de iniciativa", prosigue Griñán, que apunta que "ese contrato por una mayor productividad exige un nuevo marco regulatorio de las relaciones laborales en la dirección que ha marcado el Gobierno: más seguridad en las contrataciones, más estabilidad en el empleo y mayor flexibilidad en la prestación laboral". "Más seguridad jurídica en el inicio y en la finalización del contrato y, sobre todo, una mayor vinculación de las remuneraciones a la productividad", concluye.